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5 minutos de lecturaConsejos para elegir vestimenta para practicar esquí de forma segura

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La evolución del gasto anual de los hogares en bienes y servicios vinculados al deporte en España desde 2009 hasta 2016 ha aumentado en 400 millones, siendo el total de 4.924 millones de euros. Como vemos, si se gasta cada vez en deporte, es que los españoles tenemos presente la prevención; y sobre todo en el esquí, especialmente el snowboard, una modalidad que provoca mayores accidentes y lesiones, muchas veces por no comprar la vestimenta adecuada.

De esta manera, tanto escuelas de esquí, agencias de viajes, clubs de esquí y sus monitores deben contar primero con un plan organizativo que establezca el conocimiento de las rutas y comprobar siempre, antes de empezar la clase o la ruta, el estado de los equipos de las personas (especialmente menores) que participan en la actividad. De lo contrario, podrían ser reclamados de responsabilidad civil si alguno padeciese congelaciones en los dedos de las manos o los pies por no contar con los guantes adecuados. Mientras que los seguros a contratar por una empresa que organiza actividades de esquí son el de accidentes y el de responsabilidad civil.

Uso imprescindible de los cascos

En los últimos tiempos, sólo se han incrementado las lesiones que afectan a la columna cervical y los traumatismos craneoencefálicos, representando entre ambas más del 50% de las causas de muerte relacionadas con el esquí. Por tanto, elegir un casco ergonómico de alta calidad y durabilidad es totalmente imprescindible para evitar las lesiones más graves que suelen tener lugar en las pistas de esquí. Junto al casco, están las gafas con cristales con pantalla de rayos UVA, que también se deben adquirir para evitar lesiones oculares y craneales.

Camisetas térmicas y ropa interior

Tan relevante como la exterior, la ropa interior es importante con el fin de no pasar frío durante la práctica del ski que tiene lugar en los meses invernales. Desde Aramon, Montañas de Aragón, indican que la ropa que va pegada a la piel (camisetas térmicas, mallas, calcetines…) debe absorber el sudor y alejarlo de nuestra piel para evitar la sensación de humedad y que nuestro cuerpo se enfríe.

Esta ropa debe ser fabricada de materiales sintéticos no absorbentes, como el poliéster o el polipropileno, o la lana de nueva generación. Otras incluyen hilo de plata, que evita la acumulación de bacterias y malos olores y es un buen regulador térmico.

Rodilleras como accesorios

Aunque no suelen estilarse en este deporte, según el Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía, en esquí alpino, el mayor número de lesiones se producen en la rodilla, con roturas de los ligamentos laterales, del ligamento cruzado anterior (LCA), y del menisco. Como casi la tercera parte de todas las lesiones esquiando se producen en esta articulación, una rodillera exterior o interior puede salvarnos del desarrollo de algún tipo de lesión.

Forros polares y pantalones

La segunda capa que necesitamos en vestimenta para la práctica del ski son, según Aramon, prendas para retener el calor que genera el cuerpo e impedir que este se enfríe, al tiempo que facilitan la evacuación del sudor. Se suelen usar materiales aislantes que, aunque se mojen, consiguen mantener sus propiedades aislantes y transpirables. Jerseys, forros polares externos, chalecos… prendas para expulsar humedad corporal hacia afuera.

Chaquetones y anoraks

En este tercera capa, que es la que está más al exterior, se engloban tanto chaquetones, como monos de esquí y pantalones. Tales prendas deben ser impermeables, transpirables, cortavientos y resistentes a la abrasión. Deben adquirirse vestimentas de uso profesional, ya que aunque vayamos ciertos días a esquiar, nos tienen que durar y deben evitar posibles daños y cambios de temperatura en nuestro cuerpo.

Los pantalones mejor algo más gruesos, de materiales resistentes, impermeables, y con las mismas características que el resto de prendas de tercera capa. Eso sí, debe ser ropa cómoda.

Los guantes, indispensables ante el frío

Como decíamos anteriormente, el dueño de una instalación deportiva, pista de esquí o el responsable de un tour en la nieve debe ser responsable de comprobar que las personas que lleve mantengan la vestimenta adecuada. En este caso, los guantes son totalmente indispensables porque se puede sufrir de congelación en los dedos de las manos, puesto que el calor corporal que emitimos fuera de nuestro cuerpo se pierde antes por las extremidades.

Los guantes que llevaremos a la nieve deben ser impermeables y gruesos con el fin de evitar las rozaduras. Son guantes con membrana impermeable, cortavientos y materiales resistentes a la nieve.

Cómo elegir las botas

En este caso, esta prenda merece un artículo aparte, puesto que se trata de un elemento sin el cual no es posible practicar esquí. Lo podemos alquilar en las estaciones, pedir consejo a los monitores o bien adquirirlo como propio en tiendas especializadas, si realizamos esta actividad de manera asidua.

Cuando elegimos una bota algo pequeña o comprimida, va a ser más complicado poder disfrutar del esquí al ser más incómoda y producir problemas como rozaduras, límite de la circulación sanguínea en el pie o aumento de la tensión muscular. Pero si la bota es algo grande entonces podemos sufrir lesiones con más facilidad y, además, perdemos sensibilidad para dominar los esquís.La bota correcta es la que se sujeta correctamente a nuestro pie.

Siguiendo estos consejos disfrutaremos más de la actividad y esquiaremos más seguros.