6 minutos de lectura​La importancia del casco en actividades de turismo de aventura

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La cabeza es frágil y la utilización del casco es la forma más habitual para protegerla. De nada nos servirá tener un seguro para actividades deportivas si no hacemos uso de él. Ante todo, debemos tener sentido común, y, como decía un anuncio de la DGT: “El casco, métetelo en la cabeza”.

Funciones del casco como protector

La función principal del casco es la de proteger nuestra cabeza a la hora de sufrir caídas cuando realizamos varias actividades. Actúa mediante un efecto cojín para amortiguar el golpe al cráneo y distribuye el impacto extendiéndolo en una superficie más grande.

Tipos de cascos

Existen diversidad de tipos de cascos, dependiendo de la actividad que se realiza y de su composición.

Por ejemplo para las actividades de montañismo, están los cascos robustos de carcasa rígida, generalmente de plástico ABS, que pueden llevar o no una almohadilla interior de poliestireno (construcción híbrida), además de su estructura textil de ajuste a la cabeza.

También hay cascos ligeros y ultraligeros de espuma expandida moldeada (polipropileno, poliestireno también denominado EPS) que cuentan con una finísima lámina exterior de protección del elemento de absorción, generalmente en policarbonato.

Otros casos son ultraligeros de espuma (polipropileno, EPS…), en diseño monobloque. Sin ningún tipo de componente externo adicional.

Según los materiales, pueden estar fabricados en plásticos y fibras especiales que permiten una gran ligereza, una elevada resistencia mecánica y una amplia absorción del impacto.

Se recomienda escoger cascos de alta durabilidad porque nos ofrecerán más protección y además no tendremos que ir renovándolo cada cierto tiempo.

Los cascos de fibra suelen llevar fibra de vidrio, kevlar o fibra de carbono, siendo moderadamente rígidos.

Entre sus características encontramos que ofrecen gran resistencia mecánica y absorción correcta del impacto, pero es mejor no utilizarlos en zonas de mucho calor.

Por otro lado, los cascos de termoplástico llevan poliamida, policarbonato, polietileno, polipropileno, y mitigan en gran medida el choque sufrido por el cráneo y la columna vertebral en caso de caída.

En los últimos años, se estila, además, un tipo de cascos multiusos que pueden ser utilizados para varias actividades a la vez.

Algo que ofrece comodidad, al no tener que estar comprando uno para cada actividad de aventura. Aportan ligereza, protección, control de temperatura y ergonomía en un mismo producto.

Actividades de turismo de aventura en las que es obligatorio el uso del casco

A pesar de que hay diversas normativas, y en algunos casos, no queda del todo claro en qué actividades es obligatorio el uso del casco, es mejor ponérselo para evitar toda clase de consecuencias, tanto en la salud como para el bien de nuestra empresa de aventura.

Kayak

El kayak es una variedad de piragua de uno a cuatro tripulantes cuyo uso es fundamentalmente deportivo.

Se trata de una embarcación larga (eslora) y estrecha (manga) que se usa en aguas tranquilas (ríos, embalses, lagos o piscinas), aguas bravas (ríos de montaña o canales de aguas bravas) y en el mar (incluso en mar abierto).

En esta actividad, es obligatorio el uso de casco, chaleco y es muy habitual equiparse con ropa de neopreno y calzado adecuado al medio; bien escarpines o calzado de agua similar.

Quads

Una cuatrimoto o quad es un vehículo de cuatro ruedas parecido a una motocicleta. Procede de los primeros triciclos o trikes, los cuales disponían de dos ruedas traseras y una delantera, con los consecuentes problemas de estabilidad y seguridad, además de la falta de propulsor.

Para conducir un ATV/quad en España, es necesario sacar el carnet para motos o dependiendo, el de coche. El casco es obligatorio y, partir, del 1 de septiembre de 2006 el uso del casco es obligatorio también en los cuadricilos homologados como vehículos especiales.

Hípica

Esta actividad se extiende más para grandes y pequeños. Permite ver el paisaje de forma especial y estar en contacto con el caballo, un animal fiel que va a su paso y a trote por los caminos de la montaña. En esta actividad también es obligatorio el uso del casco.

Rafting

El descenso de ríos adquiere relevancia en muchas zonas del país. Esta actividad deportiva y recreativa consiste en recorrer el cauce del río en la dirección de la corriente, por lo general sobre algún tipo de embarcación o balsa.

El equipo personal que comporta esta actividad de aventura es el chaleco, el casco, la ropa y el calzado adecuados, en casos necesarios, un traje de neopreno.

Algunas normativas sobre el uso del casco en España

Bicicleta. A la hora de regular el uso del casco en bicicleta, se diferencia en función de la edad del ciclista y de la vía por la que se circule. Así, los adultos, a partir de los 16 años de edad, no están obligados a utilizar el casco cuando circulen en ciudad.

El uso del casco para los ciclistas es obligatorio siempre que circulen fuera de la ciudad, independientemente de su edad.

Ahora bien, en caso de cuestas arriba muy pronunciadas y prolongadas, por causas médicas acreditadas mediante certificado médico o en condiciones extremas de calor, los ciclistas podrán prescindir del uso del casco. En este artículo podrás leer en detalle las 20 normas que todo ciclista debe conocer.

Alpinismo o escalada. Se rigen por la norma EN-12492, que exige que los cascos presenten una carcasa de policarbonato de alta resistencia a los golpes mecánicos, que el barboquejo sea muy resistente y sólo se suelte a fuerzas mayores a 50 daN y que presenten ventilación (quedando sin protección frente a proyecciones de metal en fusión y frente al riesgo eléctrico).

Los dueños de una empresa de aventura deben ser responsables de proporcionar la equipación adecuada para el uso de la actividad. Por tanto, aunque se contrate un seguro para actividades de aventura, poco sirve si no se extreman las condiciones de seguridad con equipos de protección. Además, hay que mantener el casco, dar información detallada de su uso a los participantes en la actividad y controlar que todos lo lleven puesto. De lo contrario, puede haber consecuencias severas para las empresas, perdiendo prestigio entre el sector, dinero, clientes y el riesgo de enfrentarse a sanciones por parte de la administración.