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3 minutos de lecturaHidropedales de segunda mano y en qué fijarte antes de adquirirlos

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Comprar hidropedales de segunda mano puede ser una excelente decisión para nuestro negocio. Por una parte nos permite ahorrar una cantidad estimable de dinero pero, sobre todo, hace que podamos ofrecer un servicio adicional que puede gustar mucho a nuestros clientes, en especial si se trata de familias con hijos pequeños. Eso sí, debe tratarse de una compra meditada; hay una serie de precauciones que siempre debemos tener en cuenta para que lo barato no nos resulte al final caro.

Tener en cuenta qué tipo de hidropedal buscamos y seguir unas recomendaciones básicas como las que ofrecemos a continuación puede evitarnos caer en una mala compra, algo que lamentaremos pronto.

Compra hidropedales ligeros y de mantenimiento sencillo

La gran mayoría de los hidropedales están fabricados en polietileno o fibra de vidrio, lo que hace que sean al mismo tiempo resistentes y ligeros. Que pesen poco no solo es bueno para hacer su manejo más llevadero durante mucho tiempo, cosa importante porque se trata de un producto destinado a su uso por personas sin experiencia en su manejo. También facilita su almacenamiento por la noche y en los meses del año en los que este vehículo no usa. Trasladar varios hidropedales en una furgoneta o similar es, de esta forma, mucho más sencillo. Por ello es aconsejable adquirir siempre hidropedales de poco peso, que en ningún caso superen los 120-130 kilogramos. La fibra de vidrio tiene la ventaja añadida de que apenas requiere mantenimiento. Después de usar el hidropedal se recomienda lavarlo con agua dulce, para retirar la arena y el salitre del mar, y guardarlo en un lugar seco y alejado de la acción directa del sol para proteger la pintura.

Atención a los golpes

Antes de adquirir hidropedales de segunda mano debemos observar con detenimiento su exterior y su interior, en busca de golpes, deformaciones, partes blandas o cualquier otra anomalía. Si apreciamos una zona con un color de diferente tono o, directamente, de otro color, puede ser un síntoma de que ese hidropedal ha sufrido algún daño y ha sido reparado. La borda estará protegida con ABS o goma y deberá tener un cierre hermético relleno de caucho. Los tapones de desagüe, que pueden estar en la popa, serán de plástico duro o metálicos. La parte superior del hidropedal suele ser de poliuretano o algún otro termoplástico resistente. Si es de los que cuentan con escalera de baño –en algunos casos abatible– en popa, lo más interesante es que sea de de acero inoxidable y que sus peldaños posean adhesivos que los hagan antideslizantes. Si cuenta con cuatro ruedas, debemos inspeccionar su estado y asegurarnos de que se encuentran en perfectas condiciones tanto los neumáticos como los ejes.

Garantías en la compra

Lo más recomendable es acudir a tiendas especializadas en productos de segunda mano, ya que en el caso de presentarse algún problema o de tener alguna queja posterior a la compra, es posible acogerse a las garantías del sistema arbitral de consumo y a la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios. Es posible encontrar hidropedales de garantías en portales como Segunda Mano o Vibbo. Si la compra se efectúa a un particular, entrarían en juego las asociaciones de consumidores. Por otra parte, la garantía del producto es de 6 meses si se adquiere entre particulares y del doble, 12, si se realiza a una tienda. En el primer caso, el comprador tendrá seis meses para realizar reclamaciones por defectos en el artículo, mientras que en el segundo ese periodo es de 12 meses.

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