Históricamente a las actividades deportivas en el medio natural organizadas por empresas de aventura se les ha denominado de diferentes formas, como deportes de aventura, deportes de naturaleza, actividades de riesgo o deportes de riesgo. Se trata de términos prácticamente intercambiables, puesto que no existe un criterio único ni consensuado para definir cuál es el significado de cada uno de ellos.
Sin embargo, lo que se puede constatar es que, a día de hoy, cuando estas actividades tienen un componente de servicio, es decir, si no se practican por cuenta propia, en grupos de amigos ni a través de clubs o federaciones; el término que tiene más aceptación y que se ha consolidado es el de empresas de aventura.
Qué son las empresas de aventura y qué papel juegan dentro del turismo activo
Se conoce como empresas de aventura a los negocios que tienen por objeto la oferta de servicios relacionados con actividades de ocio y turismo de tipo recreativo, deportivo y/o de riesgo, que se desarrollan en el medio natural y urbano, y a las que son inherentes la actividad física y/o cierto grado de destreza para su práctica.
Las empresas de aventura se engloban dentro del ámbito del turismo activo que, según la Secretaría General de Turismo, es un tipo de turismo de naturaleza que queda definido por la las siguientes características:
- Promueve las actividades de esparcimiento, así como las de tipo recreativo.
- Implica el conocimiento, en mayor o menor profundidad de la naturaleza y el terreno en que se ejecutan.
- Requiere de una práctica deportiva de intensidad variable.
- Lleva inherente el riesgo.
Otra definición, esta vez desde el ámbito académico es la que aporta Mediavilla (2012). En ella llaman la atención un par de detalles. Se trata de los siguientes:
- Expone que la práctica del turismo activo debe ser realizada a través de empresas reconocidas y especializadas en actividades físicas y recreativas.
- Habla de la necesidad de existir un compromiso por parte del cliente, que habrá de asumir la necesidad de hacer un esfuerzo físico por su parte.
Las empresas de aventura forman parte de un segmento turístico en auge desde los años 90 y que, hoy día, puede decirse que se ha asentado, especialmente en comarcas donde los recursos naturales son relevantes y atrayentes.
En algunos lugares el turismo activo se ha convertido en el motor de desarrollo de la comarca, generando puestos de trabajo directos y jugando un papel clave en el desarrollo de otros negocios relacionados con la actividad turística. Alrededor de las empresas de aventura se crean nuevos negocios de hostelería, transporte y, comercio, y se fortalecen otros más maduros.
Normativa aplicable a las empresas de aventura
La oferta de las empresas de aventura tiene una serie de connotaciones que la diferencian de otro tipo de actividades deportivas o del tiempo libre. Precisamente por ser el riesgo una de ellas, la normativa aplicable se hace más exigente.
Ejemplo de ello es la regulación existente, que en 2014 comprendía los siguientes Decretos:
- Cataluña. Decreto 56/2003, de 4 de febrero, que regula las actividades físico-deportivas en el medio natural Cantabria. Decreto 31/1997, de 23 de abril de Cantabria sobre Alojamientos y actividades turísticas en el medio rural (derogado parcialmente)
- Galicia. Decreto 42/2001, de 1 de febrero, por el que se refunde la normativa de agencias de viajes, guías de turismo especializado y turismo activo
- Aragón. Decreto 55/2008, de 1 de abril, del Gobierno de Aragón, por el que se aprueba el Reglamento de las empresas de Turismo Activo
- Andalucía. Decreto 20/2002, de 29 de enero, que regula la prestación de servicios en el medio rural y el turismo activo
- Principado de Asturias. Decreto 111/2014, de 26 de noviembre, de Turismo Activo
- La Rioja. Decreto 14/2011, de 4 de marzo, por el que se por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la Ley 2/2001, de 31 de mayo, de Turismo de La Rioja
- Navarra. Decreto Foral 288/2004, de 23 de agosto, por el que se aprueba el reglamento para el ejercicio de la actividad de las empresas dedicadas a la prestación de servicios de turismo activo y cultural
- Castilla-La Mancha. Decreto 77/2005 de ordenación de las empresas de turismo activo
- Castilla y León. Decreto 96/2007 de 27 de septiembre, por el que se regula la Ordenación de las Empresas de Turismo Activo de la Comunidad de Castilla y León y Orden CYT/1865/2007, de 15 de noviembre, por la que se desarrolla el Decreto 96/2007 de 27 de septiembre, por el que se regula la Ordenación de las Empresas de Turismo Activo de la Comunidad de Castilla y León
- Región de Murcia. Decreto n.º 320/2007, de 19 de octubre, por el que se regulan las empresas de turismo activo de la Región de Murcia.
- Comunidad Valenciana. Decreto 22/2012, de 27 de enero, del Consell regulador del turismo activo en la comunidad Valenciana.
A partir de la citada fecha se ha regulado el turismo activo en la mayor parte de comunidades autónomas y, con ello, se han añadido nuevas exigencias que los responsables de empresas de aventura deberán observar en su gestión.