Las empresas multiaventura se encuadran en el ámbito del turismo activo y los deportes de riesgo, en lo que respecta a la normativa vigente en nuestro país. A nivel internacional este tipo de negocios estarían calificados como turismo de aventura, y según la International Organization for Standardization (ISO), tal y como se recoge en sus normas ISO 21103:2014 e ISO 21101:2014, una actividad de turismo de aventura (“adventure tourism activity”) es: toda actividad de aventura con fines turísticos que implica un grado de instrucción o liderazgo y un elemento de riesgo aceptado deliberadamente.
De esta definición se extraen tres componentes importantes que deben reunirse en las empresas multiaventura para poder ser consideradas como tal. Se trata de los siguientes:
- El propósito: el turismo de aventura.
- El requisito: un cierto nivel de cualificación de los guías, monitores y responsables de la empresa multiaventura.
- El riesgo: que debe ser aceptado por los participantes en las actividades organizadas.
Los 3 desafíos más importantes para las empresas multiaventura
En la actualidad, el término empresas multiaventura es de los menos utilizados para referirse a las empresas de turismo activo y, de hecho, a nivel de normativa no está considerado dentro de nuestro ordenamiento jurídico. Si bien se entiende que podría denominarse de esta forma a las empresas que ofrecen servicios de actividades relacionadas con el medio natural y donde exista un componente de riesgo, como pueden ser el descenso de barrancos, rafting, hidrospeed, rappel o puenting, entre otras.
No obstante, no hay que olvidar que, al hablar de empresas de deportes de riesgo, un concepto más amplio que el de empresas multiaventura; también se hace referencia a otras actividades más blandas e incluso desarrolladas en entornos urbanos.
Pero, los problemas que deben hacer frente los responsables de empresas multiaventura no sólo tienen que ver con su denominación. Existen otros desafíos más relevantes.
Entre los más importantes a superar se encuentran los 3 siguientes:
- Conocer los requisitos legales que les son de aplicación. Algo que pueden conseguir si acuden a las normas del sector, ya que este tipo de empresas se encuentran integradas dentro del segmento de Turismo Activo.
- Asegurarse de que el personal reúne las certificaciones mínimas exigidas. Al ofrecer diferentes especialidades y disciplinas, las empresas multiaventura empiezan a tener problemas para encontrar técnicos y guías con la capacitación y nivel de formación necesario para poder dedicarse a esta actividad profesionalmente.
- Contratar la póliza con la cobertura adecuada. Las características tan especiales que definen a las empresas multiaventura complican la tarea de encontrar el tipo de seguro más indicado para cubrir todas las actividades que ofertan.
Las empresas multiaventura se diferencian de otras compañías dedicadas al turismo activo por la variedad de su oferta, que no se centra en una sola disciplina, por desarrollarse íntegramente en el medio natural, ya sea aéreo, terrestre o acuático y por el riesgo que, en mayor o menor medida, implican.
¿Eres el responsable de uno de estos negocios? ¿Cuáles de los tres retos mencionados te ha supuesto mayores dificultades? Comparte tu experiencia como líder de empresas multiaventura en comentarios.