Una de las partes que más hay que cuidar cuando se organiza una carrera popular al aire libre, una competición ciclista o cualquier otro tipo de actividad deportiva, es la entrega de medallas. Los trofeos no son solo lo que diferencia a los ganadores del resto de los participantes, sino que son un recuerdo para los que han realizado el esfuerzo de formar parte de él. En el caso de aquellas competiciones que están enfocadas a los más pequeños de la casa, debemos poner una atención especial a las medallas para niños que entregamos, que serán un reflejo de la filosofía con la que hemos organizado la carrera.
¿Cuántas medallas entregar por competición?
La primera duda que surge en torno a los trofeos es la de cuántas medallas entregar. No es una cuestión menor, porque las federaciones no marcan una obligatoriedad más allá del criterio de los organizadores. En principio, al menos hay que premiar a los tres primeros clasificados en cada categoría, desde los ‘chupetines’ hasta los veteranos, y en categoría tanto masculina como femenina. Esto debería producirse ya se trate de una competición oficial o no oficial. Con independencia de que además entreguemos trofeos, lo idóneo es que las medallas formen parte del propio premio. También se debería gratificar a los tres mejores equipos, con una medalla a cada participante, y diferenciando la categoría masculina de la femenina.
Es opcional dar más medallas, como por ejemplo al mejor participante local o al atleta revelación. En algunas competiciones se distingue a corredores emblemáticos, que por ejemplo hayan ganado esa prueba en muchas ocasiones o que tenga el récord de participaciones. Hasta es posible ver premios al mejor disfraz.
En otras ocasiones, incluso, las medallas para niños se entregan no solo a los primeros clasificados, sino que dan a todos los participantes como un regalo, un detalle de recuerdo de la propia organización.
¿Cómo deben ser las medallas para niños?
Siempre deberíamos decantarnos por medallas en las que se haya inscrito, si no el nombre del que la va a recibir, cosa que puede resultar más complicada, sí el puesto en el que ha quedado (primero, segundo o tercero), además del nombre de la prueba y la fecha en la que ha tenido lugar. Es algo que los niños aprecian especialmente.
En cuanto a los materiales, las medallas para niños no varían demasiado de las destinadas a los adultos.
La plata, el bronce y el zamak, una aleación de zinc, aluminio y cobre, son los más materiales comunes junto al metacrilato. Lo idóneo es buscar un diseño personalizado y que nos diferencie, y la enorme variedad de materiales, estilos y diseños nos lo permitirá.
En el caso de enfocar el evento hacia niños de una corta edad, una idea podría ser reunir a todos los niños para hacer una actividad en la cuál tengan que crear su propia medalla, su propio premio. En este enlace encontrarás unos ejemplos.
¿Cuánto deberíamos gastar en las medallas para niños?
No más de 2 euros por medalla, aunque por la mitad de precio ya se pueden adquirir preseas de calidad. La mejor forma de acertar es solicitar alguna unidad de prueba para comprobar el acabado y decidir si hacemos un gran pedido. Si recurres a una empresa que ya tenga experiencia en medallas para niños será una ventaja, ya que podrán orientarte sobre los gustos de los más pequeños.