Los seguros Paramétricos suponen una forma alternativa de cubrir riesgos que difícilmente pueden asegurarse a través del seguro tradicional. Riesgos muy complejos de cotizar de modo tradicional, que ocasionan pérdidas elevadas y difícilmente mutualizables por el sector que los padece.
Son contratos de seguros en los que los pagos por siniestros se realizan en función de la intensidad de un evento y el monto de la pérdida calculada en un modelo cuyos umbrales o magnitudes se han fijado previamente a la formalización del contrato.
Pero, ¿qué entendemos por Parámetro, en este caso?
Es una medida objetiva relacionada con un riesgo específico que, a partir de la superación de un umbral, genera pérdidas económicas al asegurado. Se trata de un “índice medible” relacionado con un “escenario” predefinido.
Para encontrar ese “umbral”, hemos de buscar el punto en el que los parámetros de referencia empiezan a ocasionar tanto pérdidas, como falta de ingresos al asegurado. Lo datos históricos, nos permitirán ver en qué momento, a lo largo del tiempo, se empiezan a producir esas pérdidas.
¿Qué tipo de parámetros pueden servirnos de referencia?
Los más habituales (especialmente en el ámbito de la agricultura) son los climatológicos (sequías, lluvias, temperaturas, viento, humedad ambiente, etc.), pero pueden existir muchos otros como la epidemias o pandemias, riesgos políticos, catástrofes naturales, cambios legislativos o guerras.
Pongamos un ejemplo que pueda hacerlo entender mejor. Tomaré como referencia el negocio de las Escuelas de Esquí. Para ello utilizaré solamente el parámetro climatológico, aunque podríamos usar otros que ya han afectado a este caso, como por ejemplo una pandemia.
Datos que necesitaremos:
- Sabemos que el punto muerto de nuestro balance se corresponde con unos ingresos determinados (X€). Si facturamos por encima, ganamos y si facturamos por debajo, perdemos dinero.
- También sabemos que para que nuestro negocio alcance esos ingresos se tienen que dar unos parámetros de precipitación en forma de nieve Xl/m² durante un periodo de tiempo concreto (p.e. entre el 01/12 y el 31/03) y en lugares determinados (las estaciones de esquí).
- Para que nuestro negocio pueda funcionar correctamente y obtenga los ingresos necesarios, podríamos establecer que necesitamos que en las zonas definidas se dé una temperatura media durante el periodo marcado por debajo de -3º y que la media de las precipitaciones sea superior a 300 l/m² / mes.
- Certificaremos todos esos datos por los observatorios meteorológicos de cada zona. Los mismos que, además, nos facilitarán también el histórico de datos que nos permitirá establecer el parámetro adecuado.
- Por último, debemos fijar el importe en que el asegurado debe ser indemnizado. Aquí, caben escalados de indemnización. Por ejemplo, se cobrará el 100% de lo pactado si los datos reflejan X o el 50% si los datos reflejan Y.
A partir de aquí, podríamos establecer que, si en la “temporada de esquí”, las precipitaciones son inferiores a 300 l/m²/mes y la temperatura media es superior a -3º, ha ocurrido el siniestro y la póliza debe indemnizar.
¿Se han dado los parámetros que marcan la existencia del siniestro? Si la respuesta es Sí, el contrato indemniza automáticamente al asegurado por la cantidad pactada.
Resumiendo:
- El pago pactado se hará por la aseguradora si se cumplen los parámetros definidos.
- Es independiente de la pérdida real sufrida. Se paga lo pactado.
- Solo se necesita que una autoridad independiente (por ejemplo AEMET) confirme los parámetros del periodo y la zona definidos en el contrato.
- No se necesita peritaciones, se indemniza el importe acordado.
¿Qué ventajas presentan las pólizas de los seguros paramétricos?
CERTEZA porque las coberturas se activan automáticamente cuando los datos de fuentes objetivas de terceros superan los umbrales acordados previamente. En decir, el asegurado sabe cuánto cobrará si se cumplan las condiciones.
RAPIDEZ: al no ser necesaria la peritación de los daños, el asegurado se ahorra mucho tiempo en el proceso, por lo que puede esperar que en pocos días será indemnizado.
RENTABILIDAD: ya que no son necesarios los peritos, los tramitadores de siniestros, abogados u otros técnicos que tengan que evaluar las pérdidas. Además, al trabajar con datos objetivos, facilitados por entidades independientes y oficiales, se evitan los fraudes, haciéndolos casi imposibles.
Aunque los seguros paramétricos están diseñados para mitigar las circunstancias no controlables por las organizaciones que les ocasionan pérdidas, no están previstas para sustituir al seguro tradicional sino para complementarlo. Cada modalidad tiene su especificidad y su zona de cobertura.
La principal dificultad para la contratación de este tipo de seguros estriba en que no se pueden hacer sobre casos excesivamente limitados y “pequeños”, haciendo falta una extensión de afectaciones relativamente grande.
Es decir, el caso expuesto (o cualquier otro) no podría contratarlo una sola escuela de esquí de una única estación, por el poco volumen y lo irrelevante de la muestra. Lo habitual es que sea contratado por asociaciones profesionales, cooperativas o grandes grupos de actividad.