3 minutos de lecturaActividades multiaventura. Lo que el cliente no ve

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Cuando un cliente llega a una empresa de turismo activo/multiaventura se concentra en el deporte, en cumplir los requerimientos asociados a la disciplina elegida y en disfrutar de la experiencia. Pero, antes de ese momento, existe un gran trabajo previo que las empresas de turismo activo deben haber sabido organizar.

Lo mismo sucede durante el desarrollo de la actividad, hay muchos aspectos que los guías y monitores deben haber previsto para asegurar el éxito de cada actividad.

Todas estas tareas, no son apreciadas a simple vista por el cliente.

Lo que hay detrás de las actividades multiaventura

En una empresa de deporte de aventura todo cuenta y cada aspecto puede sumar o restar.

Por ejemplo, la publicidad, el trato al cliente antes y durante el desarrollo de la actividad, o la calidad y homologación de los materiales empleados son los elementos más críticos. Se trata de aspectos clave en el presente y futuro de la empresa por su potencial generador de valor.


Los responsables de empresas de turismo activo que ofrezcan actividades multiaventura, teniendo esto en cuenta, pueden concentrarse en su propuesta y trabajar elementos como los cinco siguientes:

Equipo profesional

Las correctas titulaciones de los guías y monitores, su capacidad técnica y experiencia en la actividad van a aportar tranquilidad, conocimiento y desenvoltura en la actividad.

Materiales para actividades multiaventura

Otro aspecto fundamental en ese trabajo previo a la experiencia que vive el cliente de actividades multiaventura tiene que ver con los materiales y equipos que se utilizarán. Por ejemplo, quads, motos náuticas, neoprenos, cuerdas, piraguas, arneses, cascos, sillas de montar, bicicletas. Todos ellos deben ser escogidos minuciosamente, proporcionarles un adecuado mantenimiento y estar homologados. Luego, es necesario nombrar un responsable de su mantenimiento. Esta persona deberá prestar una atención escrupulosa a aquellos materiales que, por normativa, exijan unas revisiones programadas. I, además, mantener una trazabilidad o garantizar una atención específica.

Riesgos

El conocimiento del lugar de realización y del entorno, así como la preparación y experiencia en las actividades multiaventura y el terreno en que van a llevarse a cabo facilitan la evaluación de los riesgos que pueden aparecer. Este trabajo se realiza a priori, y también se incluye la elección de métodos de disminución de los riesgos asociados y la preparación de alternativas para afrontar los posibles imprevistos por meteorología adversa o por falta de capacidad de los clientes.

Emergencias

Las empresas de turismo activo necesitan tener planificada la manera de solventar posibles emergencias en cualquier punto de cualquiera de sus actividades, tanto disponiendo de capacidades para atender sobre el terreno, como para gestionar una posible evacuación. La elaboración de un plan de contingencia es un buen primer paso para una gestión de calidad.

Seguros

Las normativas que regulan estas actividades no establecen de manera uniforme el tipo de seguros con los que ha de contar una empresa de turismo activo. Así, mientras que algunas CC.AA. piden seguro de accidentes y de Responsabilidad Civil, otras sólo solicitan uno u otro. Tampoco puede hablarse de consenso en lo que respecta a las cuantías de cobertura, no obstante, el estudio de las condiciones, coberturas y exclusiones de los seguros de una empresa ha de ser exhaustivo, puesto que suponen un activo fundamental en caso de siniestros, tanto para la propia empresa, como para sus clientes.

Todo este trabajo es invisible al cliente, sin embargo, con este esfuerzo previo, las empresas actividades multiaventura tienen ocasión de otorgar un inmenso valor a su producto, diferenciarlo y elevar su calidad; algo que sí que será percibido por sus usuarios y clientes, que quedarán satisfechos por el servicio y con la tranquilidad de saber que sólo necesitan centrarse en disfrutar de la experiencia.