Entendemos por deportes de riesgo o deportes extremos a aquellos que requieren de una gran habilidad mental y física para su realización y que incluyen un alto nivel de peligro para el que lo pone en práctica. Se realizan al aire libre e incluyen la posibilidad real de un accidente debido a su propia naturaleza (en nuestro blog puedes saber cuáles son los deportes al aire libre más rentables para tu negocio). Este tipo de prácticas son realizadas por un número cada vez mayor de personas, aunque sigue tratándose de un nicho de mercado pequeño.
Sin embargo, se trata de una buena oportunidad de negocio por dos motivos. El primero es que nos permite contar con una oferta deportiva de valor añadido, muy específica. El segundo es que la relativa escasez de empresas que ofrecen la práctica de deportes de riesgo en España, lo que nos permitirá fidelizar a nuestros clientes. Recuerda que puedes descubrir cuáles son las 5 carreras más duras del planeta en este artículo.
Los siguientes cinco deportes de riesgo, cada uno con sus particularidades, son una buena apuesta empresarial:
Heliesquí
Es una versión del esquí tradicional pero llevándolo al terreno de la montaña. Se realiza fuera de pista y en entornos naturales, a los que se suele acceder en helicóptero. Sus practicantes aprecian especialmente las pendientes muy pronunciadas y los largos descensos, así como la nieve en polvo y los claros de árboles. Si en vez de esquí lo que se realiza es snowboarding, pasa a llamarse heliembarque. Los mayores riesgos son los aludes, las grietas en glaciares, los acantilados o los pozos de cañones de nieve de mucha profundidad, además de los habituales del esquí convencional.
Escalada en hielo
Es el ascenso en hielo o nieve dura con una fuerte inclinación de la pared y realizado con crampones y piolets. Tiene similitudes con la escalada en roca y muchas variantes de dificultad, que va desde la nieve blanda(la más fácil) hasta el hielo (la más difícil). Los riesgos que conlleva pasan por el desprendimiento de cornisas y volados de hielo, las ventiscas y las avalanchas, en especial en la alta montaña.
Buceo en cavernas
Este tipo de buceo técnico en cuevas, cavernas y cenotes se efectúa en un ambiente cerrado, lo que significa que no hay una salida directa a la superficie, y con escasa o nula visibilidad natural. Siempre se realiza en grupo y se emplea un carrete o reel con hilo para señalizar el recorrido, con el que se marca el camino del recorrido y el lugar de la salida. Requiere un completo equipamiento técnico, con varios tanques por buzo y paradas pautadas de descomprensión, además del indispensable soporte en la superficie.
Wingfly
Conocido también como wingsuit, el wingfly es una forma de paracaidismo extremo en el que llegan a alcanzarse los 200 km/h durante la fase de planeo. Éste se produce sobre el perfil de una montaña, en la que se efectúa un salto base. La experiencia suele rondar los dos minutos. Se intenta ‘volar’ junto al propio contorno de la montaña, por lo que siempre se buscan para ello picos lo más elevados posible. Para el wingfly se utiliza un traje con membranas en forma de pequeñas alas que ofrece resistencia al aire. El posterior aterrizaje se produce en un paracaídas. El precio del equipamiento que se necesita para cada practicante está entre los 500 y los 1.500 euros.