Si hay algo que, como responsables de una empresa dedicada a ofrecer servicios de escalada, tenemos que tener claro, es que la seguridad de nuestros clientes es la gran prioridad. Ya acudan ellos mismos con este accesorio indispensable, o lo prestemos nosotros durante el tiempo que dura la actividad, somos responsables de que el casco de escalada se use para impedir daños y accidentes. Entre los incidentes que podemos sufrir durante un ascenso, y de los que un casco nos puede proteger, están la caída de piedras desde arriba, la posibilidad de golpearse con la pared en la cabeza o darse la vuelta en caso de caída o el el riesgo de sufrir el impacto de algún saliente rocoso en cualquier momento.
La segunda parte llega cuando tenemos que elegir qué casco debemos escoger dentro de la enorme oferta que encontramos en el mercado. Desde hace años el mercado ofrece protecciones para la cabeza cada vez más ligeras, cómodas y resistentes, pero esa gran gama de posibilidades también puede llevar a equívocos. La normativa para los cascos de escalada, así como de barranquismo, alpinismo y otros es la CE EN 12492.
¿Qué tipos de cascos de escalada existen en el mercado?
- Ultraligeros de espuma en diseño monobloque. No ofrecen componentes externos adicionales y están fabricados en polipropileno y otros termoplásticos.
- Ligeros y ultraligeros de espuma expandida moldeada con protección exterior de policarbonato.
- De carcasa rígida, con almohadilla interior de poliestireno o sin ella. Suelen estar fabricados en plástico ABS.
¿Qué modelos son los más recomendables por calidad precio?
- Millet Expert (50 euros). Unisex, ofrece sujeción del faro y cuatro soportes para linternas frontales.
- Stubai Nimbus 240 G (55 euros). Sistema de botón giratorio para la adaptación del tamaño. Ofrece sujeción del faro.
- Climbing Technology Orion (70 euros). Acolchado para adaptarse a varios tamaños, es unisex y cuenta con sujeción del faro.
- Salewa Vega (90 euros). Unisex, sistema de botón giratorio y sujeción del faro. Destaca por su ligereza.
- Black Diamond Vapor (130 euros). Unisex, cuenta con sujeción del faro y sistema de ajuste de trinquete para su regulación.
¿Cuáles son los errores más comunes?
Utilizar un casco que no sea específico de escalada puede ocasionar serios problemas. Están documentados casos de escaladores que han sufrido graves daños por portar cascos de bicicleta, de esquí o de skate. Ninguno de los tres es recomendable en ningún caso, sobre todo porque no están preparados para recibir impactos de piedras en la parte superior. Aunque suelen contar con refuerzos para posibles impactos laterales y traseros, resulta insuficiente para la escalada. Los cascos de esquí, por otra parte, apenas ventilan y tanto los de bicicleta como los de skate cuenta con aberturas que permiten penetrar por ellas a las piedras y a los salientes de la pared.
Otro error común es colocarse el casco de escalada pero no ajustarlo como se debe, o ponerse un casco de una talla superior o inferior, lo que anula su efectividad como herramienta de protección. Antes de emprender una jornada de escalada, nuestros clientes deben probarse cada casco para verificar el ajuste y apretar en la parte superior de éste y en los laterales, para comprobar que es estable. En el caso de adquirir un casco de segunda mano, siempre es aconsejable que su antigüedad no sea de más de dos años.