Una de las inversiones más importantes a la hora de gestionar una empresa de deportes de aventura es el material. Tenemos que asegurarnos siempre de tener un stock suficiente para las diferentes actividades de la empresa, renovarlo cuando sea necesario y, sobre todo, hacer que cumpla rigurosamente con todas las normas de seguridad. Ya sea porque vas a hacer una ruta por algún pico como esta que te recomendamos en el pico Almanzor, una jornada de escalada o una vía ferrata es importante tener el material a punto. Hoy vamos a ver un básico para los deportes de montaña: el mosquetón.
Tipos de mosquetón y normativa a cumplir
La normativa más actual para la práctica del alpinismo y la escalada en Europa es la UNE-EN 12275:2013, titulada «Equipo de alpinismo y escalada. Mosquetones. Requisitos de seguridad y métodos de ensayo». Esta incluye 7 tipos diferentes de mosquetones, en función de la actividad a realizar:
- B (Basic). Mosquetón con cierre automático, adecuado para la mayoría de las situaciones de escalada.
- H (HMS). Mosquetón diseñado para el uso con nudo dinámico. Hay que tener cuidado con este tipo de mosquetón, ya que muchos escaladores cometen el error de usarlo como mosquetón de seguridad de uso general; sin embargo, este uso está desaconsejado y puede traer graves consecuencias.
- Q (Quick link). Mosquetón con cierre de rosca. Deben tener al menos cuatro giros completos para el cierre.
- T. Mosquetón direccional o de terminación. Está diseñado para asegurar la carga en una dirección determinada.
- K (Klettersteig). Un mosquetón específicamente pensado para vías ferratas, por lo que tiene una mayor apertura de cierre.
- X. El tipo X es el mosquetón oval o simétrico, esto es, con la forma original de los primeros mosquetones de escalada. Se trata de mosquetones de cierre automático diseñados para baja carga, que no están diseñados para dar protección total en caso de caída.
- A. Mosquetón para anclaje específico.
Puedes consultar todos los detalles de la norma en la página de AENOR. También puedes encontrar un artículo con más especificaciones de seguridad en esta web.
Mosquetón de seguridad y sus cierres
Los mosquetones de seguridad cuentan con unos sistemas de cierre que aseguran el correcto funcionamiento del mismo en situaciones de riesgo, ya sea en la práctica de deportes de aventura o en la realización de trabajos verticales.
- De rosca. El más barato y menos voluminoso, pero presenta varios inconvenientes: necesitan usar la mano para cerrarlos, se suelen bloquear y pueden aflojarse con el uso, aunque los modelos con tapa de plástico evitan este último inconveniente.
- Automático. El más rápido y cómodo, aunque también es algo más voluminoso y pesado. Su gran inconveniente es que pueden abrirse sin querer si hacemos algún movimiento involuntario.
- De bayoneta. Iguales que los automáticos, pero además de girarlos hay que subir o bajar el cierre para que no puedan abrirse involuntariamente. Por ello son los más seguros.
Stock y mantenimiento de los mosquetones
Teniendo en mente los diferentes tipos de mosquetón contemplados en la normativa, lo siguiente que necesitamos es determinar cuántas unidades de cada clase son necesarias para el funcionamiento normal nuestra empresa. Aunque los cálculos dependerán en función del volumen y tipo de actividades, es muy recomendable contar siempre con unidades de reserva y repuestos para enfrentarse a cualquier posible eventualidad. Además, comprar en grandes cantidades nos permitirá llegar a mejores acuerdos con los proveedores para reducir el precio por unidad.
Respecto del mantenimiento de los equipos, la normativa solo indica en el caso de algunas comunidades que las empresas deberán realizar revisiones periódicas de los equipos y materiales empleados para mantenerlos en condiciones de uso y seguridad adecuados. Ante la duda, debemos emplear siempre la prudencia y el sentido común, retirar los mosquetones que hayan sufrido caídas o presenten deformaciones evidentes y renovar regularmente el material. Para que no haya margen de dudas, es recomendable contar con hojas de control donde se indique la fecha de adquisición del material y cualquier incidencia que haya ocurrido con el mismo.