Organizar una actividad de deporte al aire libre entraña siempre riesgos. Incluso aunque contemos con personal cualificado y pongamos de nuestra parte todos los medios para impedirlo, los accidentes ocurren. Y debemos estar preparados para afrontarlos con rapidez y efectividad. El botiquín de montaña para primeros auxilios es un elemento clave en la seguridad de toda actividad. Tan importante es saber qué debemos incluir en él como saber de qué forma utilizarlo.
Antes de empezar, te recomendamos que le eches un vistazo a un artículo que hemos preparado con uno de los básicos de la seguridad en el turismo activo, la conducta PAS, ¡haz clic aquí y descúbrela!
En este texto afrontamos ambos aspectos, para que sepas cómo actuar y qué elementos utilizar de este elemento imprescindible para tu empresa. Antes de empezar, también vamos a revisar el protocolo de seguridad a llevar a cabo en caso de accidente, de tratarse de un tema más grave:
¿Qué debe incluir el botiquín de montaña?
En primer lugar, debes tener claro que no tendrás las mismas necesidades si afrontas una excursión a la montaña de unas horas, que si acometes una expedición de varios días. Por otra parte, el nivel de exigencia de la actividad marca qué debemos llevar en nuestro botiquín. En otras palabras, debes adaptar el botiquín a las necesidades de la actividad.
Si hablamos de una escapada corta, un botiquín pequeño y personal debería incluir un paquete de gasas estériles, una hoja de bisturí, aguja, cinta americana y un par de comprimidos de ibuprofeno (600 mg). En una excursión larga, la lista de elementos es mucho mayor, y ya debemos incluir fármacos, una manta térmica, un antiséptico, una hoja de bisturí, una férula moldeable para inmovilizar, un pañuelo para inmovilizar tipo fular, vendas de crepe, gasas estériles, un lápiz y cinta americana, gasa vaselinada, aguja, unos guantes de nitrilo para curar las heridas, un repelente de insectos, un lápiz de amoniaco para picaduras, apósitos para rozaduras y ampollas y puntos de sutura adhesivos.
¿Qué fármacos son indispensables en tu botiquín de montaña?
Analgésicos como el paracetamol o, para dolores más intensos, el metamizol (comercializado como Nolotil), pueden resultar muy útiles. La metoclopramida (se vende como Primperán) aminora las náuseas y los vómitos. La diarrea se puede combatir con loperamida (Fortasec). Otros medicamentos funcionales son los antiácidos para el dolor de estómago, el colirio para los ojos y otros como la dexclofeniramina (Polaramine), para las reacciones alérgicas leves.
Recuerda viajar con las instrucciones de uso de los fármacos, incluso aunque creas recordar sus características y cómo se realiza su administración. Durante un accidente o una situación de tensión es mejor tener por escrito las indicaciones, para evitar equivocaciones que pueden resultar perjudiciales.
¿Con qué debo completar el botiquín?
Contar con un buen botiquín de montaña para primeros auxilios no debe hacernos olvidar otros elementos que también repercuten de forma directa en la seguridad de la actividad, como un teléfono móvil con batería y una brújula, así como gorras, gafas de sol y protección solar para evitar quemaduras en la piel.
Prevenir deshidrataciones son sales minerales y cansancios extremos gracias a geles o pastillas de glucosa es también aconsejable. En algunas ocasiones, sobre todo en expediciones largas, será necesario viajar con pastillas para potabilizar el agua. Es también obligatorio, antes de ponerse en marcha, consultar las previsiones meteorológicas, que nos darán buena información sobre si debemos algún elemento adicional, como por ejemplo un chubasquero. Recuerda, por otra parte, informar siempre antes de emprender la actividad de la hora prevista de llegada.