5 minutos de lecturaTrampas en eventos deportivos: Conoce algunas de las más famosas

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El éxito de un evento deportivo no solamente depende de la organización. También hay otros factores externos, que debemos controlar, y que pueden afectar el prestigio y la honorabilidad de la competición. Hablamos de los atletas tramposos que, por pura ambición, tiran por la borda el famoso fair play.

Pero, no solamente hablamos de deportistas de élite que quieren saborear el podio a cualquier precio. También existen otro tipo de atletas que, aunque no vayan a ganar nada, quieren presumir de marca en las redes sociales.  De hecho, la proliferación de corredores que engañan sólo para lucir mejores marcas en las redes sociales ha obligado a la tecnología a evolucionar.

A lo largo del tiempo, han sido muchos los atletas y entrenadores que han querido alcanzar el éxito haciendo trampas. Ahora bien, en la mayoría de las ocasiones, infringir las normas ha terminado siendo una torpeza con graves repercusiones. Y es que el Photoshop no es suficiente para coronar el Everest.

Pero, ¿qué significa hacer trampas en eventos deportivos?

Simplificando un poco, hacer trampas significa engañar. Es cuando una persona actúa de forma inmoral para alcanzar un objetivo. En una competición, se utiliza cuando un atleta incumple las reglas para obtener ventaja. La forma más conocida es el dopaje. Pero hay muchas maneras de infringir las normas: se puede recortar distancia, mentir sobre la edad o, incluso, falsificar un dorsal para dividirse la carrera.

En este artículo, recordamos algunas de las trampas más famosas que han tenido lugar en los eventos deportivos de la historia reciente.

 La atleta del metro

Uno de los casos más recordados es el de la atleta cubana Rosie Ruiz.

Había ganado la medalla de oro en la maratón de Boston de 1980. El tercer mejor tiempo conseguido por una mujer en la historia.

Terminó más fresca que una rosa y logró ganar en un tiempo récord (2h 31’56”), rebajando 25 minutos su propia marca en la maratón de Nueva York, seis meses antes.

¿Una nueva proeza del atletismo?

Pues no. Tras las sospechas de la organización y de algunos atletas, se comprobó que a mitad de carrera había utilizado el metro.

Hoy en día su historia aún es recordada en el mundo del atletismo. De hecho, cuarenta años después “hacerse un Rosie”, sigue siendo una broma recurrente entre los corredores para definir un deportista que hace trampas en eventos deportivos y acorta el recorrido de una carrera.

 La vergüenza de los Juegos Paralímpicos de Sidney 2000

Uno de los casos más repudiables lo protagonizó un equipo español durante los Juegos Paralímpicos de Sidney 2000. Los 12 jugadores del equipo de básquet de la Real Federación Española de Deportes para Discapacitados Intelectuales arrasaron en todos sus partidos y se quedaron con el oro. Poco después, se descubrió que, de todos ellos, solo 2 tenían algún tipo de discapacidad intelectual y España tuvo que devolver la medalla de oro. Un hecho que se ha considerado la mancha más negra en la historia del deporte español.

Un golfista que se adelantaba a las bolas

Durante un torneo para clasificarse para el British Open de 1985, el golfista David Robertson fue sorprendido moviendo las bolas donde mejor le iba. Su técnica: salir por delante de sus compañeros y avanzar las bolas en el green. Por ello, fue sancionado con 20 mil libras y suspendido durante 30 años.

Un boxeador con mala leche

El boxeador Luis Resto utilizó un vendaje de yeso para derrotar a su rival Billy Ray Collins (el favorito), en 1983. Tras ver las marcas que había en el rostro de Billy Ray Collins y que le provocarían una visión borrosa de por vida, se abrió una investigación y se descubrió que el ganador se había quitado relleno y llevaba yeso recubriendo las vendas. 

Un nuevo concepto: el dopaje tecnológico

Las nuevas tecnologías deben mantenernos alerta para detectar cualquier ventaja competitiva en una carrera.

El conocido como dopaje tecnológico apareció en el Mundial de Ciclocross de Bélgica disputado en la localidad de Zolder. La propia Unión Ciclista Internacional (UCI) encontró un motor escondido en la bicicleta de la ciclista Femke Van den Driessche.

Las sospechas se reabrieron con una caída de Ryder Hesjedal en la Vuelta a España de 2014 cuando su bici hizo un extraño movimiento en el suelo (ver vídeo).

Falsificaciones de dorsales: el fraude más habitual

Una práctica que, lamentablemente, es más común de lo que sería deseable, es el de la falsificación de dorsales. Algo que los atletas saben que no deben hacer, y que puede tener graves repercusiones, Además, correr con un dorsal falsificado, puede constituir un delito tipificado en el Artículo 248 del Código Penal.

En estos casos, cualquier persona puede denunciar, no sólo la organización o las personas a quienes les han falsificado el dorsal.

Por otro lado, si hay alguna incidencia, los corredores lesionados que no estén inscritos, deberán abonar los costes del servicio médico, que puede llegar a los 1.000 euros. Esto es lo que les pasó a 4 participantes sin dorsal durante el Bilbao Night Marathon de 2014.

Como organizador de eventos deportivos, si quieres tener más información sobre dorsales, te puede interesar: Dorsal carrera: te echamos una mano (urquiabas.com)

Tu reputación en juego

Como organizador de eventos deportivos, ya has visto que puedes verte afectado por la picaresca de algunos participantes y que, a causa de algunos tramposos, tu competición cause recelos y provoque el descontento de los participantes.

En este sentido, si organizas un evento deportivo, sea del ámbito que sea, toma medidas contra el fraude y perfecciona los sistemas de cronometraje y seguimiento. Además, si realizas fotografías a los atletas podrás detectar con mayor facilidad los fraudes perpetrados por los participantes.

Cuida tu reputación. Sacarás los colores a los que se crean más listos de los demás, y harás que se lo piensen dos veces antes de caer en la tentación de infringir las normas.

Por Laia Dolcet (Deparaula)