Un rocódromo infantil es una buena idea, no lo dudes. De hecho, en los últimos años la escalada deportiva se ha popularizado gracias a la instauración de nuevas salas de rocódromo para adultos y a que cada día la gente busca nuevos deportes capaces de poner a prueba sus miedos y fortalezas. Y los niños no pierden ocasión de sacar tajada de un deporte dinámico que les ayuda a mejorar su psicomotricidad, la coordinación e incluso a concentrarse.
Además, ahora se celebran ligas infantiles que no hacen más que crear escuela entre los más pequeños. Por lo tanto, ¿a qué estás esperando para enriquecer tu oferta con un rocódromo infantil?
¿Por qué es una buena idea incorporar a tu negocio un rocódromo infantil?
Lo cierto es que la práctica de la escalada es todo un bálsamo para el cuerpo y el espíritu. Puede que te parezca exagerado, pero lo entenderás todo en cuanto leas todo lo que tenemos que contarte al respecto.
De esta manera, la escalada en niños ayuda a generar sentimientos de superación y la satisfacción. Además, también contribuye a la mejora de la autoestima y la confianza en uno mismo. Tal es así, que cada vez hay más centros educativos que apuestan por instalar un rocódromo infantil en sus propias instalaciones o fomentar la salida de los chicos a lugares donde puedan practicar la escalada como la montaña o un rocódromo.
Sin ir más lejos, existen empresas dedicadas a la instalación de rocódromos infantiles itinerantes que instalan en los diferentes colegios que solicitan la actividad y que preparan diversos juegos de escalar especialmente concebidos para ellos.
También su práctica está recomendada para niños con discapacidades como el autismo. ¿Y por qué? Pues porque la escalada ayuda a estos niños a desarrollar la concentración y el enfoque, además de desarrollar sus habilidades motoras finas.
Otra ventaja, la naturaleza…
Aunque los niños pueden iniciarse en la escalada en un rocódromo infantil que normalmente es un sitio cerrado (pero también los hay localizados en el exterior como parques y parajes naturales), el hábitat del escalador es la montaña. Es en este entorno donde desarrolla al máximo sus capacidades y donde disfruta con el ascenso por las vías y boulders –rocas pequeñas donde se escala sin cuerda con un crashpad para amortiguar las caídas–.
Por lo tanto, los niños pueden disfrutar de la naturaleza, de un entorno abierto exento de pantallas digitales donde degustar cada planta y cada momento en compañía de amigos. De manera que un rocódromo infantil supone el primer paso hacia un deporte en plena naturaleza donde los pequeños aprenderán a disfrutar de ella, valorarla y respetarla. Un importante contenido académico, ¿verdad? Sobre todo en estos tiempos donde la miopía, cuya principal causa de desarrollo es la ausencia de luz del sol en los niños, no cesa de extenderse entre los más pequeños y ya se habla de una plaga a nivel mundial.
Todo esto son motivos que muchos padres y educadores conocen y, por lo tanto, cualquier empresa perspicaz debería estar preparada para sacar el máximo partido a una tendencia al alza. ¿No te parece?