Organizar actividades en el medio natural es un tipo de trabajo al que están acostumbradas las empresas que se dedican al turismo activo. Lo que diferencia a las que lo hacen mejor que el resto es la personalización de esas actividades y el cuidado puesto en que la experiencia sea perfecta.
Ya no basta con ofrecer a los clientes una jornada atractiva en el campo, sino que entran muchos más factores en juego. La originalidad y la capacidad de sorprender, por ejemplo, para dejar un grato recuerdo. Y, por supuesto, la búsqueda de un entorno natural único, no solo con encanto sino también con valor desde el punto de vista de la riqueza natural.
A continuación te ofrecemos algunas ideas para actividades en el medio natural que puedes ofrecer a tus clientes con un éxito asegurado.
Senderismo y ruta micológica
En este tipo de actividad se combina la actividad física, que puede tener una exigencia física variable, con la exploración de la riqueza medioambiental del entorno. Los participantes en este tipo de experiencias acuden buscando el contacto con la naturaleza pero aprecian los valores del turismo sostenible, desde el respeto por el entorno natural hasta la contribución al mantenimiento de la economía y la forma de vida locales.
Por ello podemos organizar una ruta senderista en la que se puedan ir encontrando zonas con diferentes tipos de hongos. Podemos indicar cuáles son las principales características de cada tipo, sus aplicaciones (médicas, gastronómicas, etc.) o anécdotas sobre ellas. Por la tarde podemos planear una degustación de recetas basadas en las setas que hemos encontrado en el camino.
Espeleología y dólmenes en el mismo día
El aficionado a la espeleología realiza un deporte en el que la actividad física y la geología se dan la mano. Ya se trate de estudiosos de estas ciencias o bien de aficionados a la exploración de las cavidades subterráneas, es en todo caso un tipo de cliente más exigente de lo habitual, por lo que hay que ofrecerle una experiencia única. Como actividad complementaria a la que se realiza bajo tierra, podemos ofrecer un paseo, por la tarde, por una zona de interés geológico que esta vez vaya por la superficie.
En España son abundantes las zonas en las que se pueden contemplar construcciones megalíticas que han sobrevivido al paso de los siglos. Dólmenes, menhires, crómlechs otras formaciones de piedra atraen a los viajeros porque se trata de monumentos con un importante valor ritual y, al mismo tiempo, se trata de testigos privilegiados de la historia. Una ruta guiada por ellos permite imaginar ese mismo terreno que se está pisando con miles de años de antigüedad.
Observación de estrellas y clase de mitología
La observación de estrellas es una de las actividades en el medio natural que más tipo de público diferente puede realizar. Es necesario un lugar especial y contar con, al menos, un telescopio astronómico. La belleza nocturna de un cielo plagado de astros, en el que se distinguen planetas, satélites y, por supuesto, estrellas, puede convertir esta actividad en una experiencia única. Para hacerla más didáctica, puedes planificar la observación alternándola con explicaciones sobre lo que se puede ver en cada caso y explicando algunos mitos griegos según los cuáles en el firmamento podía reconocerse a los dioses. Para contribuir a la sugestión puedes incorporar a la experiencia música. Es importante que los grupos no sean demasiado numerosos (como máximo 6 personas).