Los amantes de la montaña y de los cañones saben que España es un lugar privilegiado como pocos para disfrutar de estas impresionantes zanjas abiertas en mitad de la naturaleza. En toda la Península Ibérica, así como en Tenerife y Mallorca, hay catalogados cerca de mil de estas excavaciones provocadas por el efecto del hielo y el agua y su erosión durante siglos. Desde el punto de vista del deportista, el descenso de cañones lo tiene todo; es emocionante porque supone afrontar un reto físico, pero al mismo tiempo brinda la visión de parajes de una belleza única. A todo ello hay que sumar que muchos son acuáticos, por lo que permiten darse un refrescante baño en aguas tranquilas.
Desde el punto de vista de una empresa de deporte al aire libre, el descenso de cañones es una actividad que tiene una demanda creciente y son cada vez más los clientes que se apuntan a conocer en qué consiste. Ofrecer la experiencia de descender por un cañón requiere, eso sí, poner un especial énfasis en las garantías de seguridad. A continuación ofrecemos algunos consejos a tener en consideración en este ámbito.
Cuanta más información, mejor experiencia ofreceremos
Aunque parezca obvio, desde el punto de vista de la empresa es imprescindible conocer en profundidad las características del cañón, teniendo en cuenta su ubicación física, el volumen de su caudal, su longitud, la dificultad que entraña y tanto las vías de acceso como de retorno.
El material, mucho más que una carta de presentación
El material que se ofrece para la actividad de descenso de cañones no sólo debe encontrarse en perfectas condiciones porque es la carta de presentación ante el cliente. Cascos, cintas, cuerdas, arneses y mosquetones, entre otros dispositivos, deben cumplir con las exigencias europeas (la marca CE) y ser desechados cuando hayan pasado 5 años desde su fabricación, sea cuál sea el uso que se les haya dado.
La climatología juega un papel fundamental
Todo cañón es un elemento natural que sufre variaciones constantes. Estar informados sobre la climatología y conocer de antemano el caudal de agua que hay en cada parte son dos factores clave para evitar sorpresas que puedan comprometer la seguridad. Ante condiciones meteorológicas muy adversas no solo hay que pensar que la actividad quedará deslucida, sino que ni el guía más experimentado o con la mejor técnica podrá enfrentarse a ellas. En general hay que recordar que en los barrancos que reciben agua deshelada el cauce se incrementa por las tardes.
Los grupos pequeños son preferibles a los grandes
El descenso de cañones es una actividad que se puede disfrutar mucho en familia o con un grupo de amigos, pero eso no quiere decir que participar junto a un gran grupo de personas suponga para el cliente la mejor experiencia. Tomar parte en un descenso en un grupo reducido no solo facilita, desde el punto de vista de la empresa, la organización de la actividad, sino que repercute en una mayor diversión para cada participante, puesto que evita las esperas en los rápeles y ‘destrepes’, que enfrían a los que llegan primero. También en los descensos, un número amplio de personas aumenta las probabilidades de que se produzca un accidente.