Hay muy pocos deportes que se puedan equiparar al parapente en cuanto a emoción, sensación de libertad y contacto directo con la naturaleza. Por suerte, cada vez son más las personas que sienten interés por esta práctica deportiva, que no requiere experiencia previa y es apta para todo tipo de participantes. Sin embargo, es cierto que el parapente se disfruta mucho más cuando los conocimientos mínimos que siempre hay que adquirir están bien asentados. Es ahí donde cobran importancia los juegos de parapente para principiantes. Se trata, ni más ni menos, de una forma de acercar este deporte a todo el mundo y enseñar partiendo desde lo más básico, para que se convierta en una práctica segura, divertida y a la que sacar mucho partido.
Todos los juegos de parapente que queramos poner en practica deberían ir ligados a cursos de iniciación en los que se enseñe este deporte. Por ello debemos tener claro que en nuestro modelo de negocio hay que dejar espacio para la formación. Ello no quiere decir que tengamos que convertirnos en una escuela de parapente, sino que es interesante que una parte de nuestra oferta de servicios pase por cursos de iniciación y perfeccionamiento.
Para ofrecer garantías en cuanto a la formación es fundamental contar con monitores e instructores profesionales, formados como técnicos deportivos y, a ser posible, con la mayor experiencia demostrable.
Juegos en tierra firme
Antes de volar en parapente o parapente con motor se pueden realizar juegos de reconocimiento del material, en los que se aprenda a diferenciar qué es cada cosa y dónde se coloca. Si se quiere plantear una alternativa a los clásicos test, se pueden realizar juegos tipo ‘trivial’, con premios para aquellos participantes o equipos que más aciertos logren. Los juegos también son aplicables a la preparación y el montaje tanto del parapente como de la silla. Se puede cronometrar el tiempo que se dedica a cada cosa y premiar a los que más rápido lo hagan.
Juegos ‘de campa’
‘Hacer campa’ es como se conoce coloquialmente a la realización de inflados de la vela y prácticas de control en el suelo. Es una de las partes más importantes de la práctica del parapente. Se trata de la parte anterior a la ‘suelta’ o el propio vuelo. No solo los principiantes la realizan, sino que también los más experimentados suelen entrenarla. Los juegos ‘de campa’ pueden consistir en cubrir una determinada distancia calibrada por el monitor y hacerlo de tal forma que la vela se lleva a la vertical del piloto, un requisito imprescindible para comenzar el vuelo. Con estos juegos se va ganando habilidad a la hora de controlar el eje lateral, el vertical y el longitudinal. Es una buena forma de controlar el cabeceo, la guiñada y el alabeo verticales. Las carreras con el parapente inflado permiten además entender cómo se manipulan los frenos y cómo utilizarlos en los giros.
Vuelos a 5 y 10 metros del suelo
En una zona indicada para ello, se pueden practicar tanto el despegue como el aterrizaje marcando el suelo en los lugares en los que debe realizarse cada ejercicio. Serán pequeños vuelos al menos a 5 metros del suelo y a un máximo de 10. Siempre y cuando se cuente con un espacio suficiente y con viento suave, se pueden realizar infladas suaves del parapente, que irán enseñando a los participantes cómo despegar y cómo aterrizar.
