El seguro de montaña, así como cualquier otro que cubra las actividades desarrolladas por la empresa de turismo activo, es una obligación establecida en los decretos autonómicos aplicable a todas las empresas que se dedican a la realización de actividades de aventura en el medio natural.
En la actualidad, la regulación de esta obligación varía dependiendo de las Comunidades Autónomas y sus ordenamientos. Los hay que exigen el seguro de Responsabilidad Civil, otros que especifican que éste debe tener una cobertura mínima (que por lo general se fija en los 600.000 €) y también hay regiones donde a las empresas del sector se le podrá exigir, además del de Responsabilidad Civil, un seguro de accidentes.
¿Sabes si necesitas algo más aparte del seguro de montaña para estar bien cubierto?
Seguro de montaña: el respaldo extra que necesitan tus guías
Sin embargo, en materia de seguros, las obligaciones de las empresas de turismo activo no terminan aquí. Adicionalmente toda empresa deberá contar con los seguros legalmente exigibles en sus vehículos, instalaciones y locales.
La razón de elevar el nivel de cobertura exigible es que esta obligación de las empresas se convierte en un derecho de los consumidores que han de hacer valer, en caso de producción
de un siniestro, y que también debe poderse comprobar. La existencia del seguro y sus coberturas son un aspecto más, o debería serlo, a la hora de contratar y el factor diferencial que lleva a los clientes a optar por una compañía u otra.
Los clientes de empresas de deporte de aventura son amantes del riesgo controlado, y, por eso, no subestiman la importancia de:
- Elegir profesionales que ofrecen las garantías de un contrato de seguro. Mediante este documento, la firma aseguradora se compromete a cubrir unos determinados riesgos en caso de que estos sucedan, a cambio del pago de una prima. Algunos ejemplos comunes serían los siguientes:
- Seguros de accidentes. Con ellos se cubre el tratamiento médico que alguien precisa como resultado de los daños producidos en un accidente realizando deportes de riesgo y los posibles gastos derivados del rescate, caso de que fuese necesario, así como un capital por fallecimiento o invalidez.
- Seguro de Responsabilidad Civil. Cubre las posibles indemnizaciones a las que tuviesen que hacer frente los guías y/o la empresa de turismo activo, en caso de ser demandados y condenados, por los daños sufridos por algún participante en alguna de sus actividades o por terceros como resultado de la ejecución de las mismas.
- Centrar su selección en empresas con buena imagen, responsables y capaces de llevar a cabo una adecuada planificación de las actividades. Es evidente que en las
actividades de montaña existen determinados peligros intrínsecos a este tipo de
deportes, que pueden materializarse en daños personales y materiales. Por tanto,
los clientes, y también los profesionales, han de estar cubiertos para el caso
de que sucedan estas contingencias. Un equipo profesional bien preparado, con guías certificados, materiales en buen estado, completa formación e información, conocimiento del terreno y las condiciones climatológicas y el contrato de un seguro de montaña y cualquier otro que sea necesario y /o exigible por la Ley son prueba de la diligencia del empresario de deportes de riesgo y, por tanto, un aspecto en su favor a los ojos del cliente potencial que busca elegir entre la oferta disponible.
Imagen y protección: por qué necesitas un seguro de montaña
Uno de los riesgos propios de la montaña es la posibilidad de sufrir daños físicos de distinta gravedad. Estos pueden venir provocados por distintos factores:
- Agentes externos, como tormentas, nieve, calor, niebla, lluvia, animales o desprendimientos.
- Acciones propias de las personas participantes en la actividad, por falta de sentido común, comportamiento de riesgo o falta de información.
- Acciones u omisiones de quienes la dirigen, como mal uso de material, distracciones, pérdidas, falta de capacidad técnica o física, errores o ausencia de planificación.
Las actividades en el medio natural entrañan riesgos implícitos per se. Estos riesgos han de valorarse y minimizarse a través del conocimiento, la formación y la experiencia de los responsables de la actividad. La materialización de esos riesgos puede generar daños físicos y corporales.
El contrato de seguro es una obligación legal para desarrollar la actividad y, como es competencia de las Comunidades Autónomas, cada una tiene su propia legislación (por ejemplo, en Cataluña es la Ley 56/2003). El seguro, por definición, está destinado a cubrir la producción de determinados riesgos:
- El seguro de montaña para accidentes y el de rescate funcionan de forma “automática” en caso de que se produzca un evento dañoso, de acuerdo a lo establecido en las cláusulas del contrato. Para el rescate hay que tener en cuenta que la cobertura de este seguro es por los gastos que produzca la evacuación del accidentado, y en ningún caso la aseguradora tiene la obligación de participar directa o indirectamente, o proporcionar los medios para el rescate.
- En lo que respecta al seguro de Responsabilidad Civil, éste únicamente intervendrá cuando, tras la producción de un siniestro, la empresa de turismo activo sea demandada
en sede judicial y resulte, tras el correspondiente proceso, condenada. La cobertura indemnizatoria de este tipo de seguro ha de estar adaptada a la realidad del sector, y en ocasiones es muy recomendable que sea mayor a las cuantías exigidas en los decretos, ya que algunas cantidades han quedado desfasadas en la práctica actual de los tribunales.
Un seguro acorde a las necesidades de la empresa es aquél que cubre las áreas de actividad y garantiza la cobertura suficiente, además de la exigible legalmente. El seguro de montaña es, a menudo, una obligación, y muy habitualmente una opción muy recomendable para los negocios del sector, puesto que permite ofrecer unos servicios y una imagen de calidad a los clientes.
Contratar un seguro de montaña es un modo de salvaguardar, como empresarios, la integridad económica y patrimonial en caso de ser condenados civilmente como responsables de un accidente.
¿Tienes ya seguro de montaña? ¿Sabes qué seguros puede necesitar una empresa de turismo activo?