24 minutos de lecturaProyecto campamento de verano: organización básica

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El campamento de verano es una gran oportunidad para que los niños disfruten al aire libre, aprendan nuevas habilidades, nuevas canciones y desarrollen su sociabilidad. Se trata de una actividad que no pasa de moda y una buena idea de negocio dentro de este sector.Hoy vamos a ver algunos puntos básicos de organización para montar tu propio “proyecto campamento de verano”. Uno de ellos es la contratación de seguros.

Como ya debes saber, para realizar un campamento de verano es necesario pensar en los seguros, tanto para los asistentes al campamento como para los monitores y personal del mismo, desde Urquía&Bas te podemos ayudar a conocer las mejores opciones.

Estamos convencidos de que las actividades de campamento no han perdido ni un ápice de vigencia, más bien todo lo contrario. De modo que vamos a ponerte al día de unas cuantas actividades de campamento para poner en práctica, que lograrán desatar las risas y la camaradería de todos los participantes.

Aunque consagrar los campamentos de verano a la práctica del inglés es tendencia, te proponemos enfocarlos en la naturaleza y rescatar las actividades de antaño, pero con un toque más actual. ¿Qué te parece?

Definición del campamento de verano

Lo primero que necesitamos es tener una idea lo más concreta posible de qué tipo de campamento de verano estamos pensando en crear. Como en todo negocio, tenemos que definir al público objetivo al que se dirige definiendo los siguientes aspectos:

  • Edad
  • Nivel adquisitivo de las familias
  • Intereses
  • Necesidades especiales

Otro tema a tener en cuenta es el formato, que puede ir desde los campamentos de verano de día (en los que los niños siguen durmiendo con sus familias) hasta la inmersión completa en la naturaleza durante semanas.

También es fundamental aclarar cuáles son los valores y los objetivos del campamento, que pueden ser tan variados como “fomentar el respeto a la ecología durante todo el año” o “inculcar la pasión por el deporte”. En función de ellos, habrá que definir una serie de normas generales, por ejemplo, colaborar con la limpieza y reciclar todos los residuos.

Organización de los recursos humanos para el proyecto de campamento de verano

La gestión de los recursos humanos es fundamental en cualquier proyecto, y un proyecto de campamento de verano no es una excepción.

En general, dentro del organigrama de un campamento de verano podremos encontrar:

  • El coordinador o equipo directivo: máximo responsable de toda la actividad y de supervisar al resto de áreas.
  • El área pedagógica: los monitores y otros profesionales encargados de la determinación de objetivos y actividades, organización de los participantes y horarios, entre otras tareas. Son quienes tienen un mayor contacto con los participantes.
  • El área administrativa: compuesta por aquellos profesionales que se encargan de temas como la tesorería, la intendencia o la sanidad y, por lo tanto, no tienen una interacción asidua ni diaria con los participantes.

Elección del lugar

A la hora de escoger el lugar donde se celebrará el campamento de verano, lo habitual es que no tengamos recursos ilimitados sino que nos veamos obligados a elegir entre una serie de opciones disponibles.

Sin embargo, existen ciertos requisitos mínimos que debemos tener presentes en todo caso. Se trata de los siguientes:

  • Estar situado relativamente cerca de un pueblo con asistencia médica y comercios.
  • No encontrarse en lugares con posibles peligros, por ejemplo, cables de alta tensión o panales de abejas cercanos.
  • Tener fácil acceso a agua potable.
  • Contar con zonas de sombra suficientes.
  • Disponer de espacio suficiente para juegos, deportes y otras actividades.

A pesar de desarrollarse a lo largo y ancho de la geografía española, son muy populares los campamentos que se ubican tanto en el sistema central, cerca del pico Almanzor como en la zona norte de Pirineos.

Proyecto campamento de verano: actividades y horario

Por último, es muy importante contar con un horario bien organizado y con actividades que resulten atractivas para los niños y de interés para los padres. A la hora de definir las actividades concretas, tendremos en cuenta la edad de los niños y los objetivos generales del campamento.

También debemos planear una “reserva de imprevistos” en caso de que alguna actividad no pueda realizarse. Estas son algunas posibles ideas para empezar, de las que puedes tomar nota.

Actividades para un campamento de verano: te contamos cómo realizar cinco juegos muy divertidos

  • La noche de las estrellas

Parece mentira, pero cada vez contemplamos menos el cielo. Así, nuestros hijos apenas pueden apreciar el brillo de las estrellas desde las ciudades dado que la contaminación lumínica de éstas lo impide, además tampoco reparamos en ellas pues durante el año vamos demasiado apresurados.

Durmiendo al aire libre los niños podrán disfrutar de uno de los mayores espectáculos que existen. Sí, practicar un vivac es una estupenda opción dado que el cielo y el brillo del firmamento pueden servir para acunar el sueño de muchos de estos niños. ¡Seguro que les parece mágico! Será una experiencia para recordar.

  • El medio ambiente y el reciclaje

El campamento de verano es la ocasión idónea para inculcarles ciertas pautas y conocimientos acerca del entorno y la importancia de la sostenibilidad.

Puedes organizar diversos talleres donde enseñarles a reciclar materiales y dotar de una segunda vida a los objetos. De hecho, puede resultarles muy ocurrente y una manera de dar rienda suelta a su imaginación.

También es factible realizar tareas de concienciación como salidas para recoger basura y plásticos en la montaña o en las playas.

  • Fiestas temáticas

Celebrar fiestas temáticas donde los chicos confeccionan sus propios disfraces es una manera muy original de divertirse. Además, los chavales pueden asumir diferentes roles e incluso realizar pequeñas obras de teatro y coreografías. Imaginación al poder.

  • Deportes de aventura: escalada, rafting, senderismo, tirolina…

Por supuesto, no deben faltar actividades que desafíen sus capacidades físicas y que supongan una novedad en su día a día.

El fútbol y el baloncesto son deportes muy conocidos y, por eso, en el campamento de verano puedes aprovechar para darles la oportunidad de que se inicien en la práctica de una nueva actividad. Además, se trata de una forma fantástica de conseguir que los niños se interesen por la naturaleza, se recreen en ella y aprendan a apreciarla y, por supuesto, a respetarla.

  • El contacto con los animales

También el verano y el campamento es una excelente oportunidad para reforzar el contacto de los niños con los animales. De hecho, muchos permanecen ajenos al mundo animal y necesitan retomar ese contacto tan positivo con la fauna.

Sería aconsejable programar actividades como rutas a caballo, visitas a granja escuela o participación en diferentes tareas en centros de recuperación de animales. A la hora decidir, además de tener en cuenta las características de los participantes, te conviene sopesar las posibilidades de fauna que ofrece el entorno para explotarlas en beneficio de los chicos y chicas.

¿Quieres más? Los 7 mejores juegos de campamento aquí y ahora:

Los juegos de campamento de verano son una gran ocasión para que los niños se diviertan al aire libre, disfruten de la naturaleza y desarrollen su sociabilidad. Para que la organización sea todo en éxito, las actividades de animación son muy importantes.

En este blog ya hemos dado un repaso a las mejores canciones de campamento, hoy vamos a proponer 3 juegos de campamento adecuados para diferentes situaciones. Son los siguientes:

Juego para romper el hielo: los corazones

Este es la típica actividad de presentación que ayuda a que los participantes del campamento de verano se vayan conociendo. Los materiales necesarios son folios en blanco y rotuladores rojos o de colores. Es preciso que el número de participantes sea par, aunque en caso necesario se puede adaptar a tríos. Si te interesa incluirlo en tu plan de actividades, sigue los siguientes pasos:

  • Para empezar, se dibuja y recorta en las hojas un corazón para cada dos participantes. Después, se rasga en dos mitades (o tres en caso necesario) de manera irregular, de manera que encajen unas con otras
  • Se reparte a cada niño una de las piezas de corazón y se le anima a buscar al compañero con el que encajen. Cuando consigan encontrarlo, deberán hablar durante 5 minutos para presentarse y compartir sus aficiones, gustos, experiencias, etc.
  • Para finalizar este típico juego de campamento, se vuelve al grupo común y cada miembro de la pareja presenta al otro a los demás, hablando de sus gustos y experiencias.

Juego cooperativo: las sillas musicales

En esta nueva versión de las sillas musicales, el objetivo es colaborar entre los diferentes jugadores en lugar de competir. Se requieren sillas resistentes y estables y algún material para reproducir o tocar música. Aprenderás cómo funciona con las siguientes instrucciones:

  • Los jugadores se sitúan rodeando por fuera el círculo de sillas. Como en la versión normal, en este juego de campamento se moverán mientras suene la música y tendrán que subirse a una silla cuando esta pare, pero en esta ocasión el objetivo es que ninguno toque el suelo. Para ello, varios pueden subirse a la misma silla.
  • Si lo consiguen, se quita una silla y empieza el siguiente turno. ¿En cuántas sillas será capaz de meterse todo el grupo?

Juego nocturno: el guardián del bosque

Para esta actividad tendrás que esperar a que caiga la noche. Al realizarse en la oscuridad, este tipo de juegos de campamento de verano son más apropiados para niños un poco mayores. Es necesario contar con linternas y algún material para marcar una zona en el suelo. ¿Quieres saber en qué consiste? Toma nota de las siguientes explicaciones:

  • Para empezar, se delimita con cuerdas u otro material un espacio de 3 por 3 metros, que será la cabaña del guardián del bosque. En el medio se sitúa el guardián (este papel se puede asignar por sorteo), que contará con una linterna.
  • El guardián debe gritar: “¡Soy el guardián del bosque! ¿Quién anda por ahí?”. Los demás jugadores intentarán entrar en su cabaña sin ser descubiertos. Si el guardián les descubre apuntándoles con su linterna y diciendo su nombre, tendrán que volver a la salida. Los jugadores pueden cambiarse de ropa o taparse la cara para evitar ser reconocidos.
  • Cuando un jugador consigue entrar en la cabaña, se hace con una linterna y se convierte en guardián a su vez.
  • El juego acaba cuando todos los niños han conseguido entrar en la cabaña o han sido descubiertos.

Capturar la bandera

Para realizar este juego necesitamos banderines del color de cada equipo, además de una cinta de colores, una grapadora y, por supuesto, grapas. ¿Cómo se juega?

  • Primero se divide al grupo en dos equipos que queda separados por una línea que se traza en el suelo. A cada uno se entregará una bandera.
  • Cada equipo deberá intentar cruzar al área enemiga con el fin de arrebatarle la bandera al equipo contrario.
  • Al hacerlo, tendrán que extremar las precauciones puesto que, si son tocados por los jugadores del otro equipo tendrán quedarse congelados hasta que algún compañero de su equipo lo toque y, de esta manera, pueda regresar a su zona.
  • El ganador es el equipo que logra hacerse con la bandera y regresar al lado que le pertenece.

Búsqueda del tesoro

En este juego de campamento de verano precisamos un croquis del lugar o mapa, además de pistas y, cómo no, un premio para el ganador.

El juego consiste en esconder un premio en una zona a la que habremos bautizado como isla. Necesitamos formar equipos a los que repartiremos mapas con las correspondientes pistas para hallar el tesoro. El primero que lo encuentre, gana y, por supuesto, se adjudica el premio.

Fútbol loco

Para este juego es preciso dividir al grupo en cuatro equipos. Aquí no hay variaciones en cuanto al campo o las reglas básicas del fútbol que no cambian. Sin embargo, la diferencia es que se juegan dos partidos con cuatro porterías al mismo tiempo.

Esto no resulta nada fácil dado que los jugadores chocan constantemente y tratan de esquivarse. Además, existe una complicación añadida: los jugadores únicamente pueden darle a la pelota que se les asignó.

Amigo secreto

Este juego de campamento de verano tiene como fin crear una atmósfera de compañerismo e integración. Para ello, el primer día de campamento, debemos pedir a todos los participantes que escriban en un papel su nombre, además de sus aficiones y gustos personales.

Una vez que todos hayan terminado, se colocan los papeles en una bolsa y se mezclan. Posteriormente irá desfilando cada niño para escoger un papel al azar. Por supuesto, debe mantener en secreto el nombre que le ha tocado.

La diversión consiste en que durante varios días debemos comunicarnos con el amigo secreto que nos ha tocado en suerte sin que éste nos reconozca. Así, podremos enviarle una carta (un obsequio, lo que nos apetezca y se nos ocurra).

La clave es ser amable con esta persona, cuidarla y tratar de ser lo más respetuosa posible. Al cabo de unos días, se le preguntará quién cree que es el amigo secreto y veremos si acierta.

Una vez que ya hayas decidido todas los juegos, canciones, actividades y deportes que formarán parte de tu oferta, te recomendamos que, al cuadrar el horario general del campamento de verano, prestes atención al ritmo y a la intensidad de las actividades y el resto de tareas.

Lo ideal es que las tareas comunes de orden y limpieza y las comidas tengan horarios fijos y que se alterne entre actividades más y menos intensas, para evitar tanto el agotamiento como el aburrimiento.

Así mismo, hay que tener en cuenta que es conveniente que los niños lleguen tranquilos a la hora de las comidas y a la de acostarse.

¿En un campamento es todo juego? ¡Llegó la hora de las comidas!

Es lógico que los padres pongan especial atención en todo lo relativo a la alimentación de sus hijos cuando les apuntan a un campamento de verano multiaventura. Existen situaciones especiales, como la de los niños con alergias o intolerancia a ciertos alimentos, e incluso se dan casos de menores con trastornos de alimentación.

Sin llegar a esos extremos, todo lo relativo a la alimentación durante el tiempo que dure el campamento cobra especial atención, puesto que los menores están en edad de desarrollo y a eso hay que sumar que, precisamente durante las actividades de multiaventura, su gasto calórico aumenta.

Te proponemos cinco consejos que te ayudarán, como organizador, a que nada quede a la improvisación con respecto a la alimentación, logrando que ésta sea uno de los puntos fuertes de tu campamento de verano multiaventura. Estas recomendaciones son las siguientes:

Establecer una rutina de comidas

Pese a que, en alguna ocasión especial, la rutina de comidas en el campamento de verano se puede ver alterada, por ejemplo, si hay que madrugar más de lo habitual para realizar una actividad o si se celebra algún evento extraordinario por la tarde; mantener ciertas pautas es fuente de ventajas para organizadores y participantes. Destacamos las siguientes:

  1. Pautar la ingesta de alimentos con un horario fijo para todos los días es muy beneficioso para la salud. Además de ser saludable para el metabolismo, ayuda a no subir de peso.
  2. Una rutina de comidas hace que los niños tengan la jornada estructurada y no descompensen demasiado el ritmo habitual de alimentación que ya tenían en casa.
  3. Este orden también contribuye a normalizar el trabajo de los responsables de cocina.

Apostar por una alimentación variada

La mejor forma de alimentar a los participantes en un campamento multiaventura es ofrecerles la mayor variedad posible. Te recomendamos seguir las pautas marcadas por la nueva pirámide de los alimentos, que se muestra en la siguiente imagen:

piramide alimentaria

En ella se observan algunos cambios con respecto a la pirámide anterior (que fue diseñada en 1992). Uno de los más importantes es que en la base de la dieta, en vez de estar los cereales como el trigo o el arroz, y las pastas, como los macarrones y los fideos; se sitúan las verduras, las hortalizas y las frutas.

Respecto a los dulces, conviene minimizarlos al máximo y, en cuanto a las bebidas, se deben evitar las bebidas carbonatadas y azucaradas y conviene ofrecer a los niños agua, que les mantendrá bien hidratados.

Conocer de antemano las necesidades especiales de los niños

La mejor forma de evitar cualquier posible riesgo relacionado con la alimentación es ser previsores.

En el momento de formalizar la inscripción de los niños, podemos pedir a los padres que indiquen cualquier tipo de particularidad relacionada con la alimentación que presenten sus hijos, como, pueden ser cualquiera de las siguientes:

  • Alergias alimentarias.
  • Intolerancias a ciertos alimentos.
  • Prescripciones médicas en relación a la dieta.
  • Uso de suplementos.

En el mercado existen hoy muchos alimentos (como los productos sin gluten o sin lactosa) que facilitan las cosas.

Algo diferente sería el caso de niños con algún trastorno alimenticio de diferente grado, para quienes habría que diseñar un protocolo especial pactado con sus progenitores.

Comer cada poco tiempo, más saludable

Hacer cinco comidas al día será mejor que hacerlo tres. Ingerir alimentos cada 3 horas combate la sensación de adormecimiento de las comidas copiosas y mantiene el metabolismo más activo.

Una buena secuencia de comidas sería la que pudiera dividirse en cinco ingestas, como las siguientes:

  • Desayuno
  • Almuerzo
  • Comida
  • Merienda
  • Cena

La última comida debería realizarse 3 horas antes de ir a dormir, para impedir que la digestión interfiera en el sueño.

La comida para llevar, siempre prevista

Es habitual que en un campamento de verano multiaventura muchas de las actividades que se llevan a cabo se realicen fuera del lugar base, donde se encuentra ubicado el comedor. Por ello, hay que tener prevista la elaboración de comida para llevar.

Debemos tener en cuenta que, además de la actividad deportiva, los niños van a desplazarse cargados con mochilas. Por eso su gasto energético va a ser alto.

En verano, el calor requiere alimentos que proporcionen la mayor hidratación posible (en invierno, habría que ocuparse del caso opuesto, ya que, debido al frío, se genera un incremento del gasto calórico que habría que compensar).

Los alimentos fáciles de transportar, ligeros y compactos, resultarán los más interesantes. Aunque barritas energéticas y bebidas isotónicas puedan resultar útiles en momento concretos, no deben ser la base de la alimentación.

Una opción interesante es la comida liofilizada, fácil de transportar y con todos los nutrientes. Los frutos secos y la fruta (también desecada) son un complemento excelente.

Resumiendo, ¿Qué tengo que tener en cuenta para organizar un campamento de éxito?

Define qué tipo de campamento de veranos quieres ofrecer antes de empezar:

En España existe una formidable oferta de campamentos de todo tipo. Muchos son tan específicos, que llegan a competir en pequeños nichos de mercado.

Por ejemplo, los tradicionales campamentos multiaventura están dejando paso a campamentos específicos de un solo deporte, en los que se profundiza en la técnica y la práctica del surf, el buceo o la escalada. Otra alternativa es compaginar la práctica deportiva con el aprendizaje de un deporte.

En todo caso, debemos reflexionar sobre qué queremos ofrecer y tenerlo muy claro a la hora de estructurarlo, ya que esa elección determinará muchos aspectos, como pueden ser los siguientes:

  • Fechas de celebración del campamento de verano.
  • Tipo de monitores y guías que necesitamos.

Si nos dirigimos a un público juvenil es importante no ofrecer un tipo de campamento dirigido a edades más pequeñas, como los de tipo granja. En el caso de participantes en la adolescencia, por ejemplo, sí que podrían tener cabida actividades culturales y de autoconocimiento.

La fecha y el lugar, claves para acertar

Si en nuestro campamento juegan un papel fundamental los deportes al aire libre sobra decir que tendremos que ubicarlo en fechas con buen tiempo, en las que se puedan pasar muchas horas en el exterior con la mayor luz posible.

Por otra parte, un entorno con encanto o un lugar de especial valor medioambiental o patrimonial puede también marcar la diferencia.

El doble valor del trabajo comunitario

Cuando en la planificación del campamento de verano está previsto que los participantes se encarguen de algunos trabajos comunitarios (como la limpieza, lavandería o mantenimiento, por ejemplo) se ofrece un valor extra al usuario:

  • Por una parte, los participantes aprenden valores como la importancia de la ayuda en las labores domésticas, lo fundamental que es la colaboración y una disciplina diaria.
  • Por otra parte, su colaboración hace posible que el campamento de verano sea inferior, al no ser necesario contratar los servicios de una empresa que se encargue de esas tareas.

En cualquier caso, lo que sí se recomienda es que el servicio de restauración quede en manos de profesionales.

Ten en cuenta la opinión de los padres

Los padres de los participantes no son sólo los que abonan el importe de la inscripción al campamento de verano, es decir, nuestros clientes, motivo por el que su satisfacción debe ser uno de nuestros objetivos. Sino que son también quienes más contacto tienen en el día a día con sus hijos. Ellos nos pueden indicar sus gustos y preferencias y hay que escucharlas para poder ofrecer un servicio a la altura de sus expectativas.

Igualmente, la opinión de los padres es muy valiosa para aprender de los errores cometidos y tratar de corregirlos en el próximo campamento.

Asistencia médica, seguro y responsabilidad civil

Además de cumplir la normativa en materia sanitaria, el organizador del campamento debe ofrecer dos tipos de seguro que cubran a todos los participantes, Se trata de los siguientes:

  • Seguro de Accidentes. Con él se cubren los gastos de rescate, salvamento, asistencia sanitaria, fallecimiento e invalidez causados por un accidente sufrido por los participantes.
  • Seguro de Responsabilidad Civil. Este seguro para campamento de verano cubre los riesgos asociados al uso de las instalaciones y a las actividades que se desarrollen durante los campamentos y que hayan podido ocasionar, tanto daños personales como materiales, a terceros.

Ambos seguros suelen ser de obligada contratación, dependiendo los límites de la normativa vigente en cada comunidad autónoma.

Evita estos 3 errores al organizar tu campamento de verano de aventura

Con la llegada del buen tiempo y del verano da comienzo la temporada alta de campamentos de verano multiaventura. Los padres lo ven como una buena oportunidad de que sus hijos disfruten de las merecidas vacaciones en compañía de niños o chicos de su edad, todo ello practicando deporte al aire libre y aprendiendo nuevas habilidades.

Como empresa, este tipo de campamentos representan un verdadero reto que afecta al ámbito logístico y requiere de una planificación que va desde la búsqueda de monitores, a la contratación de seguros, pasando por muchos otros aspectos.

A pesar de contar con la mejor organización, en ocasiones, se pueden producir errores que echen por tierra meses de trabajo y, lo que es peor, estos fallos harán que los padres no vuelvan a confiar en nuestra empresa en el futuro.

Descubre aquí tres errores que debes evitar para que tus campamentos resulten un completo éxito.

No ajustar las actividades a la edad de los participantes

Hay muchas modalidades de campamentos de verano multiaventura, pero todos tienen en común la adaptación de las actividades que se desarrollan en ellos a las diferentes edades de los participantes.

La edad de 4 años es la mínima para participar, puesto que a partir de esa edad los niños comienzan a valerse por sí mismos (siempre bajo supervisión adulta).

Por otra parte, la estatura mínima exigida son los 1’15 metros, un requisito mínimo para poder usar diferentes materiales, por ejemplo, en actividades como la tirolina, la escalada o el paseo por puentes colgantes.

Ajustar las actividades a las edades implica que, por ejemplo, los niños más pequeños que interaccionen con la naturaleza por primera vez puedan explorar el entorno con yincanas y sendas multiaventura. En ellas tendrán ocasión de aprender cómo hacer herramientas o nudos, o cómo orientarse en el campo.

Con chicos de más edad se puede apostar por actividades de mayor intensidad, como el piragüismo o el rafting. Los adolescentes suelen disfrutar mucho con la espeleología, en la que se combina la exploración con el aprendizaje de conocimientos relacionados con la geografía y la geología.

Los descansos estarán también marcados por la edad de los participantes, ya que los niños más pequeños tendrán pautadas sus horas de siesta a diario y horarios más fijos, mientras que los niños mayores y adolescentes pueden disfrutar de una mayor flexibilidad.

Olvidarnos de que todos los participantes deben sentirse incluidos

De poco servirá que hayamos programado una serie de actividades de campamento que a nosotros nos parezca muy interesante si hay una parte del grupo a la que no le llama la atención y hasta decide quedarse al margen.

Esto sucede especialmente en los campamentos juveniles, en los que algunos niños o adolescentes se pueden ver desplazados al no gustarles los deportes de cierto riesgo o las actividades de senderismo, por ejemplo.

No debemos olvidarnos de que, al mismo tiempo que, como empresa, ofrecemos entretenimiento, también debemos aplicar la pedagogía y tener una actitud de divulgación con los jóvenes, para que aprendan a apreciar el medioambiente y el contacto con la naturaleza.

La vida sedentaria hace que muchos tengan el primer contacto con la naturaleza más tarde que otros, lo que implica que resulte especialmente importante enseñarles a disfrutar del medioambiente respetándolo al mismo tiempo.

Minusvalorar la importancia que tiene la opinión de los participantes

Una vez finalizado el campamento, no dudes en informarte sobre el nivel de satisfacción que han tenido con él los participantes. Puedes hacerlo preguntando directamente o realizando una encuesta anónima el último día. No sólo descubrirás qué ha fallado y por qué, sino que estarás en el camino de resolverlo.

Por ejemplo, un mal servicio de comidas puede estropear la experiencia de un campamento, a pesar de que los participantes le den un ‘10’ a las actividades al aire libre.

Asume que no serán muchas las ocasiones en las que recibas felicitaciones, pero puede que aún menos las veces en las que oigas reclamaciones. Eso no quiere decir que no existan, sino que los niños o jóvenes se las comunicarán a sus padres cuando estén en casa.

Esperamos que este artículo te ayude con tu objetivo de organizar ese campamento de verano inolvidable, cuyos participantes estén deseando repetir y recuerden durante muchos años. Además, te invitamos a contactar con nosotros para cualquier duda o propuesta de mejora.

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