Las empresas que se dedican a trabajos relacionados con el deporte al aire libre saben que una de las características de su modelo de negocio es que cada deben enfrentarse a la estacionalidad de su negocio. En España es tan inviable programar una actividad de marcha sobre raquetas de nieve en el mes de agosto (salvo en casos extremos) como plantear una de hidrospeed en el de diciembre. Por eso es imprescindible plantearse alternativas de negocio que hagan rentable nuestro negocio incluso cuando esa estacionalidad nos afecta de forma directa. O, si eso no es posible, otros trabajos que nos preparen para la reapertura de nuestra empresa cuando regrese la temporada alta.
Material en perfecto estado
Entre los gastos más importantes que debe asumir una empresa de turismo activo está el equipamiento para las diferentes actividades. Canoas y kayaks, quads, paracaídas, parapente, equipamientos para escalada, para buceo, tablas de surf… cada uno requiere de unos cuidados específicos y de un mantenimiento periódico, y no hay mejor fecha para llevarlo a cabo que en los meses de poca o nula actividad. En el caso de los deportes de escalada, es el momento de revisar cascos, cintas, arneses o mosquetones y retirar los que, por años de uso, hay que sustituir por otros nuevos. Y lo mismo sucede con el resto de actividades.
Formación
En el mundo del turismo activo y del deporte al aire libre se aprende todos los días. Por una parte, es un buen momento para ponerse al día en cuanto a la regulación a la que nos obliga la Administración para desempeñar nuestro trabajo. Por otra, vivimos un auge de la formación on-line y ya es posible estudiar a distancia todo tipo de estudios, desde grados y postgrados hasta cursos de todo tipo. En otro sentido, podemos aprovechar nuestras instalaciones para ofrecer formación a nuestros clientes sobre su deporte favorito, ya sea impartida por nosotros o profesionales del tema. En deportes tan técnicos como la escalada o el barranquismo siempre hay un nicho de aficionados que está deseoso de aprender y de mejorar.
Especialización
Si, además de propietarios, somos guías o monitores, podemos aprovechar el cierre temporal de nuestra empresa para trabajar en otra que, por su situación en otro país, esté en funcionamiento. Si nos especializamos, en concreto, en algún deporte, será la mejor forma de aprender cómo trabajan otros profesionales del sector y de recoger impresiones y otros puntos de vista de los clientes. Será la mejor forma de incorporar ese conocimiento a nuestro propio negocio.
Invierte en el ‘branding’ de tu empresa
La temporada baja y su descenso en la actividad hace que tengamos tiempo para repensar nuestro negocio y reflexionar sobre lo que podemos mejorar. Algo que en muchas empresas de turismo activo sigue siendo una asignatura pendiente es el ‘branding’, es decir, el concepto de marca y su gestión. El ‘naming’ o la creación de un nombre, dice mucho sobre nuestra empresa y sobre sus fines y valores. La identidad corporativa nos define y nos posiciona en un mercado de enorme competencia. Y la arquitectura de marca y su representación gráfica en un logotipo es parte clave para nuestro éxito o fracaso.
