Los accidentes deportivos son una realidad. A la hora de celebrarse un evento, tanto la organización como los participantes pueden conseguir reducir las probabilidades de que se produzcan. Desde ambos lados del evento, organizadores y deportistas, son responsables de lo que suceda, cada uno en una medida diferente.
Si bien la organización deberá esmerarse en la preparación del evento, los materiales a utilizar, las condiciones en que se realizará la prueba y en cumplir sus obligaciones con los participantes en materia de equipamiento e información; éstos tendrán que actuar de forma responsable, con sentido común y de acuerdo con las reglas e indicaciones que hayan recibido de los organizadores.
Minimizar el riesgo de accidentes deportivos y, en caso de que se planteen, tener, como organizadores, argumentos para limitar la responsabilidad son aspectos de vital importancia al organizar un evento deportivo o una carrera popular.
Accidentes deportivos: qué puede suceder en tu evento
Los accidentes deportivos en eventos pueden suceder por varias causas, en diferentes fases del desarrollo del evento y a distintos grupos de personas. En todos estos casos los organizadores del evento son quienes tienen la responsabilidad de:
- Minimizar la posibilidad de que estos se produzcan.
- Reducir el impacto de sus consecuencias.
- Planificar la asistencia y evacuación para atender a los afectados por los accidentes deportivos.
La organización debe velar por la seguridad de sus propios miembros, así como la de los voluntarios que colaboran en la prueba. Además de tener en cuenta al personal técnico necesario para asuntos publicitarios, medios audiovisuales y periodísticos, a los guías, monitores o instructores, también hay que garantizar en la medida de lo posible la protección de los participantes en la prueba deportiva y de los espectadores que acudan a ella.
Por su parte, quienes participan en el evento o se relacionan con su organización de una u otra forma, tienen la obligación de:
- Cumplir las normas e indicaciones provenientes de la organización para evitar accidentes deportivos.
- Actuar con diligencia y de forma responsable, velando así por su autoprotección.
Consecuencias de los accidentes deportivos
Los accidentes deportivos, cuando ocasionan daños personales o materiales, es decir, cuando van más allá de lo que podría catalogarse como un incidente, pueden conllevar una reclamación por vía judicial solicitando indemnización.
Los jueces, para dictar sentencia, valorarán los siguientes aspectos:
- Los medios puestos por la organización para evitar accidentes deportivos.
- La efectividad de estos medios.
- Las acciones de las personas intervinientes.
El análisis de toda esta información les permitirá resolver si existe responsabilidad civil o penal en el suceso y, por tanto, si es pertinente dictar una sentencia condenatoria.
Teniendo en cuenta que es la empresa organizadora la responsable de demostrar que había actuado diligentemente, si no se cuenta con el documento para eximir de responsabilidades debidamente cumplimentado, con todas sus cláusulas y una copia del mismo firmada; este proceso puede complicarse.
Cómo minimizar el riesgo y evitar los accidentes deportivos
Los accidentes deportivos pueden suceder en el marco de una prueba o evento de este tipo, y los participantes son quienes tienen mayores probabilidades de sufrirlos. La organización puede tratar de evitarlos o, al menos minimizar sus consecuencias adversas trabajando a tres niveles:
- Información. Ofrecer una información detallada, objetiva y fidedigna de las características y condiciones de la prueba, los materiales obligatorios y las capacidades mínimas exigibles a los participantes son tareas obligadas para el organizador. La información que los deportistas reciban acerca de la prueba, como zonas de especial riesgo, condiciones del terreno y previsión meteorológica, es la herramienta que nos permitirá traspasar a los participantes la responsabilidad de lo que ocurra en la actividad. La charla técnica ha de ser muy detallada y exhaustiva, siendo necesario indicar todos los detalles, para que no existan sorpresas en la prueba. Una gran idea es grabarlas para que quede demostrado qué se dijo y cómo. También hay que elaborar un documento para eximir de responsabilidades, que deberá recogerse firmado de cada deportista.
- Medios de protección. Es necesario controlar el material obligatorio de todos los participantes, ya que no podemos exigir nada que no vayamos a controlar. Pero, además, como organizadores de un evento deportivo, también hay que ocuparse de la señalización y balizamiento, puntos de control efectivos, sistemas de seguimiento y comunicación, así como medios sanitarios humanos y materiales.
- Experiencia. Hay factores que no se pueden controlar, como pueden ser los relacionados con las condiciones meteorológicas. Sin embargo, el conocimiento del sector y la experiencia en la organización de eventos deportivos, puede ayudar. También es conveniente tener clara la forma de actuar en diferentes situaciones antes de que se produzcan. Hablamos del plan de emergencia y el de contingencias, donde, una de las cuestiones a tratar serán las condiciones por las que se modificará o anulará la prueba o algún tramo de la misma. La ventaja de anticipar este tipo de decisiones es poder tomarlas con calma y bien informadas, y no sometidos a la presión temporal y popular.
Este punto es obligatorio
4. Seguros. Un organizador ha de contar siempre con un Seguro. Por su bienestar y el de los participantes (público, deportistas y organizadores). La contratación de un seguro RC profesional (y conveniente, de accidentes y rescate) que cubra toda la prueba (montaje, desarrollo y desmontaje incluido) y a quienes en ella se involucran es otra obligación, además de ser un elemento que otorga tranquilidad a los organizadores.
El organizador de una prueba deportiva es responsable de lo que ocurra en ella, y puede ser reclamado judicialmente para exigir satisfacción de los daños y perjuicios que la prueba genere. Pero, una buena planificación, un seguro y un equipo humano concienciado son las mejores herramientas para minimizar las probabilidades de que se produzcan accidentes deportivos y evitar sus consecuencias.